”Flores lleva tu apellido
y flores tu corazón”

Jorge Guillén

BREVE RECORDACIÓN


JOSÉ ASUNCIÓN FLORES (x)

Nació en un humilde rancho del barrio marginal La Chacarita (Ricardo Brugada), el 27 de agosto de l904.

De padre desconocido, fue su madre, Magdalena Flores. Con 11 años de edad, en 1915 ingresó a la Banda de la Policía de la Capital, siendo sus directores Mariano Godoy, Eugenio Campanini, Nicolino Pellegrini y Salvador Déntice.

Félix Fernández, ya antiguo y aventajado alumno, fue su instructor más inmediato. Diez años después, inquieto y talentoso, encara la tarea de superar la dificultad que ofrecía la escritura de la música paraguaya para su ejecución, especialmente por músicos extranjeros. Por entonces, ya había concluído sus estudios de Teoría y Solfeo, y estaba reemplezando el trombón de la banda por el violín.

Es así que, producto de afanosos estudios y experimentos, logra crear la Guarania, en el año 1925. Alentado por sus compañeros Félix Fernández, Manuel Rivas Ortellado, Rudencindo Lugo, Darío Gómez Serrato, Silvestre Jovellanos, Santiago Torres, Manuel Cardozo y Gerardo Fernández Moreno, para quienes Flores siempre manifestó su gratitud. La Guarania nació de unos arreglos hechos por Flores a la polka Maerãpa Reikuaase, de Rogelio Recalde.

Es cuando profundiza sus estudios con Carlos Esculies y Leopoldo Centurión en el Gimnasio Paraguayo.

Jejuí fue la primera guarania, y le siguieron Arribeño Resay, India y Ka´a ty, con letra de Rigoberto Fontao Meza (Posteriormente Ortíz Guerrero escribió la letra actualmente conocida de India).

Con Ortíz Guerrero, a quien conoció en el año 1928 por invitación de Darío Gómez Serrato, produjo las más bellas página del repertorio popular, especialmente en el género de guaranias. Y la guarania India, junto con la canción épica Cerro Corá, de Félix Fernández y Herminio Giménez, fueron declaradas música oficial, por decreto del Gobierno, el 24 de julio de 1944.

India, Nde Rendape a jú, Pananbí Verá, Paraguaýpe, Buenos Aires, Salud, Kerasy, Nde Raty Py Kuá, Obrerito, Gallito Cantor, Purahéi Paha, Mburicao, Ñasaindype, Ñande Aramboha, Punta Karapame Serratondive, Cholí, Musiqueada Che Amape, Ka´aty, Arribeño Resay y otras más, serían suficientes para colmar las ambiciones de cualquier creador, pero Flores encara más adelante: el desafío de llevar la música paraguaya a los niveles de la Sinfonía, y en 1944, estrena en Buenos Aires Pyhare Pyte. Luego vendrían Ñanderú Vuzu, María de la Paz y otras, totalizando 12 Sinfonías.

Con Catalina Flores, son sus hijos Francisco Asunción y Olga Flores, y de otra madre, Juana de Dios Flores.

José Asunción Flores murió en el exilio el 16 de mayo de 1972, en la ciudad de Buenos Aires. Sus restos fueron repatriados en 1991, y descanzan en la plaza de Mariscal López y Choferes del Chaco, Asunción, plaza que lleva su nombre y el de su entrañable amigo y co-autor, Manuel Ortíz Guerrero.

(x) Del folleto "Campaña Nacional del ÑEMORANDU, que se hizo bajo la iniciativa de Oscar Nelson Safuán, con el apoyo de organismos oficiales e entidades privadas.

ÑASAINDYPE

(Guarania)

Ko´ê mbotaite che mborayhupará
Epáy ehendu ko che purahéi
Ikatu porânte ko´êramo ára
Aha mombyry nda jajoechavéi.

Jasy jajaipa che moirûva hína
Nde róga jerére ohesapepa
"Kuchui guyguy" péina ojupíma
Ne rovetâ ári ne mombáy haguâ.

Ka´aguy pa´û hyakuâmba´ ÿva
Pe amo mombyry hovyû mbaite
Ha yvytu vevúi ku ko´é oguerúva
Omo´agûi ñandéve kuarahy resê.

Guyra pytâ´i ku iñakâ potýva
Péina aguiete ahendu oñe´ê
Ndijavýivaicha ku ipy´a hasýva
Hakate´ ymígui anga cherehe.

Mbyjami porâ ku ojajaipaitéva
Oikekuetévo hata ombogue
Peteî mbyja ypy´a hatâveva
Peína ojepoity nde rerahase.

Ikatu porânte ko´êramo ára
Aha mombyry ndajajoechavéi
Nde ramo mbyja che rembiayhupára
Ajovasamíne ha aropurahéi.

Letra: Félix Fernández
Música: José Asunción Flores


Si U. quiere escuchar Ñasaindype, vuelva a la Página Principal, y haga click en Real Audio. Escuchará la magnífica interpretación de Agustín Barboza (más información sobre Barboza, haga click sobre lo subrayado).




LA GUARANIA (xx)

por: Dr. Juan Max Boettner

La Guarania es una canción paraguaya creada por José Asunción Flores.

Nació este músico el 27 de Agosto de 1904 en Asunción. Arturo Alsina escribe (235) "..Ortíz Guerrero saluda la aparición del músico con estas palabras: !Qué viva el yuyal! Del yuyal salen estos hijos oscuros de la humanidad innominada, macerados en el santo óleo de penurias celestiales, con un halo dolorido de fulgencia en la cabeza. Sin títulos, sin cultura, sin recursos, pero con el tesoro de su propio Yo".

Flores inició sus primeros estudios musicales en la Escuela de Músicos de la Banda de Policía de la Capital. Fueron allí sus maestros Marciano Godoy, Eugenio Campanini y Salvador Déntice, sub-director de la Banda de Policía. Sus progresos fueron rápidos, hasta el punto de ocupar pronto el puesto de primer trombón. Luego estudió violín con el Dr. Carlos Esculíes y paralelamente con Fernando Centurión, quien era director del Gimnasio Paraguayo. En este Instituto completó sus estudios de solfeo y teoría y se recibió de profesor elemental de violín. En las orquestas sinfónicas del Instituto paraguayo y también en la del Gimnasio Paraguayo, actuaba ya sea de primer violín o trombón.

Para ganarse la vida tocaba también en pequeños conjuntos en los cines. La Bolsa, Teatro Nacional y en el Café Polo Norte. Es en esas oportunidades que dio a conocer sus primeras guaranias.

Organizaba también peñas dominicales en las cuales participaban valores del mundo literario y musical.
Fue imponiéndose poco a poco. El ambiente de la patria le pareció estrecho y buscó mayor horizonte en Buenos Aires, donde reside desde hace muchos años. Su prestigio fue ensanchándose con límites internacionales y mundiales.

(xx) Extracto del libro: "Música y Músicos del Paraguay", del Dr.Juan Max Boettner, editado por APA en el año l956, y re-editado por la Revista Paraguaya FA-RE-MI en 1997. Para más información sobre ambas publicaciones, haga click sobre lo subrayado.




MBURIKAO,

El arroyo que se hizo guarania
(xxx)


  ..............................................................................por: Mario Rubén Álvarez



José Asunción Flores, nacido en Asunción -barrio Chacarita -, el 27 de agosto de 1904, había consolidado, a fines de la década de 1920, la guarania, una forma musical que expresaba con mayor precisión el espíritu de su pueblo. Jejuí, Kerasy, Arribeño Resay, Ñasaindype, India, Panambi verá y otras composiciones testimoniaban que el esquivo camino que buscaba el joven músico ya no formaba parte de una quimera.

Flores cumplía con sus obligaciones en la Banda de Policía, estudiaba, componía vigorosamente, actuaba en algunos lugares nocturnos de la época y también se entregaba a la bohemia. Su violín le acompañaba en las serenatas. Mombyry mbyry ohómiva.

Una madrugada - o quizás ya había amanecido- José Asunción volvía de una farra, cansado y con sueño. Hacía calor. Era en verano tal vez. Cerca de la Recoleta, se detuvo a orillas del arroyo Mburikao - su significado tal vez sea mburika róga, apocopado, así como Tupao: Tupa róga. Algunos sostienen que era el cauce preferido de las mulas que estiraban los carritos de Asunción -, que entonces corría claro y transparente.

"Añeno niko pe yvyku´i morotï ári. Che pykue oike pe ype.Ahecha pe sauce rakâ ojeroky. Pe kirîrî apytépe ahendu ysyry ñe´ê", le contó una vez a su amigo Víctor Montórfano (Asunción, 1909-1974), poeta que desde el inicio de sus sueños le había acompañado. "Pe y icristalina asy. Ha añandu guyrakuéra ñe´ê, ivágape aî ramo guáicha", le siguió contando

Un rato después, en medio de esa maravilla que su sensibilidad de artista captaba, quedó profundamente dormido. Un perro anónimo, como para cuidarlo, se ubicó junto a él. En sueños, Flores tuvo lo que llamó "una anunciación" . Estaba en medio de un bosque donde plantas, animales y hombres vivían en armonía. No había conflictos entre ellos, a pesar de ser diferentes.

Unos minutos después, molestado por algo que le clavaba en la espalda, se despertó. Y halló que una rama puntiaguda era la que le había cortado su paseo por ese reino encantado. El can -a cuyos congéneres amó entrañablemente-, como habiendo cumplido su misión, se retiró. Cuando se levantó y se sacudió el polvo, con los pies todavía húmedos, en su mente ya se deslizaban los primeros compases de su guarania Mburikao.

La melodía cobró cuerpo y el arroyo desplazó su voz en los instrumentos que le daban una nueva y extraña vida. Su belleza provocaba asombro y embeleso. Nota a nota, aquella vivencia casual encontraba en las notas el molde adecuado para volverse perpetua. No tuvo letra durante mucho tiempo.

-Nde , Flores: ajerureséngo ndéve con todo respeto peteî mba´e - le dijo una vez Víctor Montórfano, como firmaba el autor, cuyo nombre completo era, en realidad, Víctor Benítez Montórfano, a partir de los nuevos años.

-Chamígo Vítor- así le llamaba José Asunción-, mba´e piko reipotami. Ere katu chéve.
-Aipota re´autoriza chéve la letra de "Mburikao".
-La nde rejapóvango oî porâme manteva´erâ- le replicó el Maestro.

Su amigo, el poeta, le traía ya la copia de su poema. Con la autorización que le otorgaba, letra y música convivirían, para ser sólo una, ya que las palabras concuerdan con lo que José Asunción Flores le había relatado a Víctor Montórfano. Flores reposa a la vera del cauce que le inspirara. Dormido pero a la vez despierto, recrea incesantemente su obra.

MBURIKAO (1)
Recitado

Ajepa iporâ Mburikao ko nde purahéi
Ahendúva osyry mba´e porâita pa´ûme
Guyraita ñe´ê ndererohory.
Sauce rakâ puku puku ojero´áva nde ári
Amambái, culantrillo ha helechoita
Yvytu peju kangymíme oñemyatimóivo
Oñakaityrô guáicha nemomaitei.
Yvoty ka´aguy ne añua
Arroyo piro´ysa porâ
Ita ygáu ha yvyku´i morotî ári
Resyry ñeno pytu´úvo rehóvo
Ka´aguy ryakuâvu rei pa´ûme.
Mávapa ndéicha Mburikao
Ko yvy apére oikóva otyryry.


Akói arroyo porá resyry kangymí-
va chemomandú´a ajarô guare ned ypy-
pe romokunu´û kirîrîhapemi ita sarambi
apytégui arokañynguévo ko nde purahéi
nahi´âiva´ekue chéve chemopîrîmbávo
rohendu jave.

Mburikao reguerokañyva´ekue
kuehe che vy´a´y.
Mburikao reroñapymiva´ekue che
anga syry tyaipa.

Mba'e ionderapyva ñaña ndoi-
kuaávai mboriahu ysyry ndeveko péina
apagáta che mbo´e haguére ko nde pura-
héi ajéipo oiméne otro ndéicha ko yvy
apére oikóva otyryry ipúpe nanembojo-
jái mbói chini ni ama ni campana porâ.

Mburikao

Letra: Víctor Montórfano

Música: José Asunción Flores

(Copia de una versión de
Los Troveros de América)




(xxx) Del diario "Última Hora" (El Correo Semanal) del 29-30 de Agosto de 1998 (Asunción, Paraguay)

(1) Volviendo a la
Página Principal, y haciendo click en Real Audio, se puede escuchar a este afamado conjunto (hoy, transitoriamente desintegrado..), interpretando: Mburikao y Cholí, ambos de J.A. Flores y Víctor Montórfano (uno de los integrantes del grupo, Osvaldo Monper, es hijo de V. Montórfano), - Son interpretaciones realmente inolvidables de un conjunto que marcó toda una época en la música popular del Paraguay.


Vista del Salto Mbocarusú (Paraguay). Aunque no tenga relación con Mburikao, el parecido del nombre y la hermosa perspectiva de la foto, nos hace recordar como fue realmente este legendario arroyo asunceno que hoy, prácticamente ha dejado de serlo, por la permanente urbanización de la capital paraguaya.

 

Memoria Viva

"INDIA": La guarania de la discordia

Se la cantó José Asunción Flores a Manuel Ortiz
Guerrero. Y a éste no le gustó la letra. Y propuso

escribir otra versión. Pero la primera era de Rigoberto
Fontao, quien le retiró el saludo.

por: Mario Rubén Álvarez

El número 53 de la revista Ocára poty cue mi, de 1928, traía las dos letras de la guarania India , compuesta por el maestro José Asunción Flores por aquellos años, según documenta Mauricio Cardozo Ocampo. La poesía de la página 25 está firmada por el guaireño Manuel Ortiz Guerrero y la segunda, de la 31, por el sampedrano – San Pedro de Ycuamandyyú o San Pedro del Paraná ?- Rigoberto Fontao Meza.

Que había detrás de sa publicación tan singular ? Por qué razón una música tenía dos letras ? Ocultaba la historia de una coincidencia feliz o de un desencuentro abierto ?

El creador de la guarania ya había ubicado en el pentagrama los compases de India. La inspiración inicial le había nacido entre los indios Maká, en el Chaco. Con ellos había compartido una temporada. Los había visto bailar en el jasy renyhe de amarillo pleno para ahuyentar los espíritus malignos. Había escuchado las voces íntimas de ese pueblo sufrido y digno. Cruzando de nuevo el río Paraguay, ya navegaba en su espíritu la melodía de aquella guarania.

Como Flores, desde el comienzo, era ambicioso, ideó su obra con la forma de ballet sinfónico coral.La primera parte le salió no tanto de las manos como de las venas. En la melodía se representaba el mundo mítico de los indígenas. Los Maká habían servido de punto de partida, pero allí estaba sintetizada la cosmovisión guaraní, creando y recreándose en el maravilloso jasuka.

El músico de la Banda de Policía se entregó luego a otros menesteres. Y retomó su tarea, para hacer la segunda parte, en la casa del guitarrista Juan Belotto, escribiendo "sin un minuto de sosiego", según le relatara a Sara Talía el propio Flores. Luego, Rigoberto Fontao Meza –como ya lo hiciera con Arribeño resay- le puso la letra. Una noche, Flores y sus amigos músicos le llevaron una serenata a Mnuel Ortiz Guerrero. Le cantaron India. Como solista actuó un tal Cabral, que habría de morir joven aún. Al dueño de casa le gustó la melodía, pero no la letra. La parecía que no interpretaba la grandiosidad del planteamiento del autor. Y cuestionó, muy particularmente, donde dice "nde rete mbokaja". Al día siguiente le propuso escribir una nueva poesía para su obra.

Flores le contestó que eso podría ser solo si Meza accedía. Éste dijo que sí cuando su coautor –hasta ese momento- le planteó el cambio. Esperaba, sin embargo, que José Asunción no accediera al pedido de su amigo.

Su expectativa quedó frustada porque Flores le dio el sí a Ortiz Guerrero. "Fontao Meza nunca me perdonó esa actitud mía" relatan las Memorias del creador de la guarania. Y agrega: "Este resentimiento (…) lo llevó hasta la tumba. Me retiró su amistad. Y hasta el saludo".

 

 

INDIA

Un rey fabuloso, poeta y pintor,
que huyó cansado del trono real
llevó por el mundo su hondo dolor
en vano buscando un ideal.

Indiscreta morena
que una noche naciera
de tristeza y penar.
Y una noche quisiera
de la selva olorosa
su perfume arrojar.

Tupasy ka´aguy
nde rete mbokaja,
nde juru yvoty,
nde resa angaipa.

Tras un largo deambular por la sombra
sin ningún compañero de su sueño cruel
forjó de su sueño toda la armonía
su cuerpo divino indicreta, fiel.

Tupãsy ka´aguy
nde juru eirete,
nde resa pyhare,
ne ma´ë ñasaindy.

Letra: Rigoberto Fontao Meza
Música: José Asunción Flores

.............. INDIA

India, bella mezcla de diosa y pantera,
doncella desnuda que habita el Guairá.
Arisco romanza curvó sus caderas
copiando un recodo de azul Paraná.

De su tribu la flor,
montaraz guayakí.
Eva arisca de amor
del Edén Guaraní.

Bravea en las sienes su orgullo de plumas,
su lengua es salvaje panal de eirusu.
Collar de colmillos de tigres y pumas
enjoya a la musa de Ybytyruzú.

La silvestre mujer
que la selva es su hogar
también sabe querer
también sabe soñar.


Letra: Manuel Ortiz Guerrero
Música: José Asunción Flores

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal) , 30-31 de Enero de 1999 (Asunción, Paraguay)



Rendape

Ne rendápe aju:
Serenata y sangre
(x)

 

por: Mario Rubén Álvarez

La historia de cómo un lutuoso suceso se convirtió en una de la inmortales guaranias de Asunción Flores y Manuel Ortiz Guerrero

 

Fue en 1925. En el verano tal vez. La noche olía a jazmines, luceros y a sangre inminente en Luque. Una serenata esparcía sus canciones en la ventana de una mujer. Enrique Apolinar

Barboza – guitarrista y cantor de bien ganado renombre- era quien rompía el silencio cercano al amanecer.

De repente, estallaron unos disparos de revólver. El hombre cayó abrazado a su instrumento. A la música le sucedieron corridas, gritos e inútiles pedidos de auxilio de los vecinos solidarios. El herido sólo dijo: "Ne rendápe...ajuhaguére (Por haber venido junto a ti)". Después enmudeció para siempre.

El autor de los disparos pudo haber sido un padre celoso en extremo. Acaso un marido de cuya existencia el artista no conocía. Lo cierto es que en el suelo se extendía el cuerpo sin vida de alguien que murió cantando. La gente, con sus velas y sus rezos, empezaba a darle el último adiós.

José Asunción Flores escuchó relatar el suceso. Tomó como título las últimas palabras del infortunado bohemio, según contaba él mismo. Compuso, años después, una música con estructura de poema sinfónico: describe en notas el episodio. Tanto es así que en algunas grabaciones se oyen, en el fondo, las plegarias. El propio maestro, en el libro José Asunción Flores, pájaro musical y lírico, de Armando Almada Roche, se refería a la confusión que generaron aquellas oraciones.

"Me vinieron a ver tres sacerdotes paraguayos y me pidieron les aclarase el problema que tenían sobre "Nde rendápe aju": si era cierto que estaba dedicada a la Virgen de Caacupé. Les pregunté si en qué se basaban ellos para formular tal juicio. Me respondieron que en la música se escucha nítidamente una especie de plegaria a la Virgen", cuenta el creador de la guarania. Les respondió que la oración iba dirigida "sencillamente a la Madre de Dios".

En algunas versiones, al final, se percibe también el eco de los disparos que le dieron muerte al serenatero."Los sonidos graves posteriores de los instrumentos traducían el quejido del cantor en sus estertores de muerte", completaba Mauricio Cardozo Ocampo en su libro Mis bodas de oro con el folklore paraguayo.

Usted se preguntará, con justa razón, cómo Manuel Ortiz Guerrero entró a formar parte de la historia de esta canción. Cardozo Ocampo, en el texto ya citado, menciona –aludiendo a un testimonio de Leopoldo Ramos Giménez, íntimo amigo de Manú- que la poesía Nde rendápe aju es de 1913-1914. Su destinataria era la guaireña Iluminada Arias, cuya ventana enrejada aún se conserva en Villarrica.

Es imposible explicar cómo se dio la coincidencia entre las obras de Flores y Ortiz Guerrero. En todo caso, se le puede atribuir a ese misterio que el arte tiene para unir lo que para la lógica no resulta claro. "Los versos de Ortiz Guerrero están usados nada más que para serenatas", apunta Flores en la obra ya mencionada, de Almada Roche, con lo cual refuerza lo instrumental de su creación.

Flores cree que compuso la obra en el ´33 o en el ´34, ya en Buenos Aires. Cardozo Ocampo, en tanto, sostiene que fue en 1928, en Asunción por lo tanto. Más allá del tiempo, sin embargo, Nde rendápe aju es una infaltable canción de serenata. La intensidad del poema, junto a la belleza de la melodía, lo convierten en una obra maestra de la creación popular.

Ne rendápe aju

Monbyryasuetégui aju
nerendápe nemomorãségui,
ymaite guivéma reiko che
py´ápe che Esperanzami.
Tañesüna ndéve ha nde
poguivépa chemboy´umi,
mborayhu ha yuhéigui
amanombotáma ko´ápe
aguahëvo.

Yvoty nga´u hína ko che
rekove
aipo´o haguã rojapi pype.
He´íva nde rehe los kari-
a´ykuéra pe mandu´ aháipi
kuña nde roryva música
porãicha naimbojojahái.

Che katu ha´éva cada ka´aru
nde rehe apensárõ
ikatuva´erã pipo che ichugui
añembyesarái.
Ku clavel potyicha
neporãitéva repukavymírõ,
neporãitevéva el alba
potygui che Esperanzami.

Natañemondéna jazmín
memetégui che rayhu
haguãicha
ha ku che keguype che azu-
cena blanca che añuãmi.
Che azucena blanca
ryakuãvurei,
ejo che azucena torohëtumi.

Letra: Manuel Ortiz Guerrero
Música: José Asunción Flores

 

(x) Del diario ÚLTIMA HORA ( El Correo Semanal), 10-11 de Julio de l999 (Asunción, Paraguay).
(xx)
En Real Audio (Página Principal), se podrá escuchar Ne rendápe ayu, en solo instrumental –orquesta-, con arreglo y dirección de Jorge "Lobito" Martínez; y también a Pierre Jancovic (solo de piano).


ACOTACIÓN DE FA-RE-MI
Con una ligera modificación en la progresión de los versos, el conjunto Los Troveros de América (hoy lastimosamente desintegrado…), canta esta guarania. He aquí la versión (previo un recitado):

Ne rendápe aju (x)

Mombyry asyetégui aju ne rendápe
Nemomorasegui
Ymaite guive reiko che py´ápe
Che esperanzami
Mborayhu ha yuhéigui amanombotáma
Ko´ápe aguahëvo
Tañesu ndéve ha nde poguivépa
Che mboy´umi.

He´íva nde rehe los karia´y kuéra
Pe imandu´ahárupi
Kuña nde rorýva música porãicha
Naimbojojahái
Che katu he´éva cada ka´aru
Nderehe apensarõ
Ikatúva´erã nipo che ichugui
Añembyesarái.

Yvoty nga´u hína ko che rekove
Aipo´o hãgua rojapí pype.
Ku clavel potýcha ne poraitéva
Repukavymiro,
Ne poraitevéva el alba potýgui,
Che esperanzami,
Na tañemondéna jazmín memetégui,
Che rayhuhaguãicha
Ha ku che keguýpe azucena blanca,
Che añuãmi.

Azucena blanca ryakuãvu rei
Ajo che azucena torohetümi.
Ne rendápe aju.

 

Letra: Manuel Ortiz Guerrero
Música: José Asunción Flores

(x) Vuelva a la Página Principal, en Real Audio, y escuche al conjunto Los Troveros de América, cantando esta guarania.
(1) Más información sobre Flores click aquí

 

”UN PROFETA DE SU PUEBLO”(x)

 Don Arturo Alsina, prestigioso hombre de letras, autor de la biografía de Manuel Ortiz Guerrero –una pieza maestra en su género- y de numerosas obras que dan brillo a la literatura paraguaya, también tuvo palabras de respeto para José Asunción Flores, de quien fue gran amigo. Las expresiones de don Arturo Alsina podríamos resumir así:

 ”Todo un artista, es un MAESTRO –nos dijo-. ”Flores era uno de ellos, capaz de contribuir en labores de primer plano a la cultura del país. Es decir, perfeccionar el fondo espiritual del hombre. Fue en cierto sentido un profeta de su pueblo, junto con otros, entre lo que podríamos citar –dentro de la generación- a Ortiz Guerrero, Hérib Campos Cervera, Julio Correa, quienes han quedado incorporados a la mejor tradición literaria del Paraguay. Flores, como pocos, hizo esa cultura, traspasando por el milagro de su arte las fronteras del país, dando a nuestra comunidad una singular fisonomía. Supo interpretar como ninguno el misterioso lenguaje de la naturaleza y expresar las armonías del alma popular. Y su iluminación traspasará las fronteras del tiempo para convertirse en un clásico de la música. Día de duelo para todos es su desaparición. Pero su obra queda. Y su vida, su obra y sus esperanzas permanecerán en nosotros como fuerzas vitales del espíritu”.

 Finalmente acotó: ” Flores da la oportunidad de iniciar un período de exhaltación en el espíritu del pueblo de los valores del heroísmo civil de los que vivieron para la glorificación cultural de  la Patria”.

 (x) Del diario LA TRIBUNA (Suplemento Dominical), 21 de mayo de 1972 (Asunción, Paraguay). El Maestro Flores había fallecido en Buenos Aires (Argentina), el 16 de mayo de l972.


 

 

Memoria Viva

PUNTA KARÃPÃME SERRATO NDIVE:

La pintura de una fiesta patronal (x)

por: Mario Rubén Álvarez

 (Poeta y periodista)

El maestro José Asunción Flores imaginó una fiesta patronal caminando en compañia de su amigo Darío Gómez Serrato y escribió una música y un libreto para pintar el ambiente.

Flores: -Nde, Serrato (Oye Serrato).

Serrato: Mba´éiko (De qué se trata ?).

Flores: -Mba´épa ere rehejárö nde pistón Cuartel-pe ha jaha jaguata oñondive Karãpãre… (te parece si dejas tu pistón en el Cuartel y vamos a dar una vuelta por Karãpã...).

El que imagina este diálogo –cuyo comienzo se transcribe- es el creador de la Guarania, José Asunción Flores. Tras componer la música, se le ocurre que debe haber una conversación entre él y su entrañable amigo, de la Banda de Músicos de la Policía, Darío Gómez Serrato, el algún momento de la década del 20.

La invitación es para ir a Punta Karãpã, en una de las cabeceras del barrio Chacarita, de Asunción. Allí se está festejando el “San Bla ára” con todos sus rituales religiosos y profanos.

Flores compone la música y escribe el libreto a mediados de 1935. La letra es de Carlos Miguel Jiménez. Por entonces estaban por grabar, con la Orquesta Manuel Ortiz Guerrero, un nuevo disco –simple, con dos temas-, dado el éxito de los dos primeros que habían editado, a través del sello Odeón, según cuenta Agustín Barboza en su libro de memorias Ruego y camino.

El diálogo, que, tras la introducción, sostienen los dos amigos se desarrolla ya cuando están inmersos en ese mundo peculiar de calesitas, músicas, juegos –entre ellos, la lotería-, que es una “junción” patronal.

En la grabación intervienen, para hacer las voces, varios artistas. El que hace el papel de Flores es el teniente Luis A. Velilla, un excombatiente de la Guerra del Chaco que se reencontró con la vida en la capital argentina –tenía unas esquirlas de granada en la cabeza-. El papel de Gómez Serrato está a cargo de Roque Centurión Miranda, dice en sus memorias Barboza. Sin embargo, en una entrevista que César Rahi les hace a él y a Eladio Martínez –quien intervino en la grabación como guitarrista-, dice que esa voz es de Emilio Bobadilla Cáceres. Las voces que cantan a dúo la letra de Jiménez son las de Agustín Barboza y Rubito Larramendia, quien en un momento dado también habla para pedirle a Chaló que no moje sus zapatos nuevos. El que “canta” la lotería es Félix Pérez Cardozo.

En la Orquesta Manuel Ortiz Guerrero que actúa como Orquesta Chaló –una popular agrupación de la década del 20- están Severo Rodas, José Bragatto y otros reconocidos músicos. La grabación, por supuesto, fue otro eslabón del éxito de los paraguayos en Buenos Aires.

 

PUNTA KARÃPÃME SERRATO NDIVE (x)

Jahata jajuhu
San Bla ára pyhare
káña ha mbarakapu
ha kuña resahü paje
arribeño rembiayhu
oïma mbohapyve

Osëma ave ojeroky
che corãsö panambi
ipörã ha ijuky
Rosalía che pacholí
che ñonga´u mainumby
ko´ápe trigueñami

Corriente-pe omba´apo
Kandu gua´u ombojoja
pira pire omono´ö
calesita-pe ojeheka
ha Teniente´i oiko
itiple ohenduka

Kuña ãkã rague hü
clavel poty resedá
ñande polca omoirü
kambuchi ha kygua vera
galopera ryakuãvu
Paraguay-pe ombojegua

Letra: Carlos Miguel Jiménez
Música: José Asunción Flores

(x) Esta letra fue proporcionada por Elsa Cheaib, integrante del Grupo Paraguay Tres, que grabó dicha composición.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 12-13 de agosto de 2000 (Asunción, Paraguay
(xx) Vuelva a la Página Principal (Real Audio), y escuche esta canción por la Orquesta Manuel Ortiz Guerrero, dirigida por el maestro J. A. Flores.

 

 

 

JOSÉ FLORES Y MANUEL GONDRA (x)

por: Elvio Romero

(Poeta y escritor)

No pensó don Manuel Gondra, acaso el primer intelectual de su tierra, ni podia imaginar, que ese muchachito que en los atardeceres de Asunción, allá por 1914, venía en busca de su madre, doña Magdalena Flores –que ayudaba en los quehaceres de su casa, además de ser su lavandera-, sería, con el transcurrir del tiempo, el primer artista del país, el creador de un nuevo género musical que lo inmortalizaría.

En efecto, José Asunción Flores, cuyo verdadero nombre era José Agustín, que los amigos lo rebautizaron como José Paraguay, figuraba entonces en la lista que Gondra dejara de sus ahijados en una página escrita de su puño y letra y que eran once, entre quienes figuraban Rául Pereyra Cazal, Manuelito Ugarte, Manuel Fleitas Solich, Ruiz Martínez, entre otros.

Beneficiada su madre por don Manuel, el niño guardaría eterna gratitud.

Llegada la época de sus estudios en la Banda de Policía, donde tarareaba los primeros compases musicales, con la fiel compañia de Gómez Serrato, Quritó (Cristóbal) Rodríguez y otros, bajo la dirección de los maestros italianos Salvador Déntice y Nicolino Pellegrini, se iniciaba la carrera del joven creador. Corría el año 1915

Entonces, ya afirmada su vocación musical, asocia sus ideas al recuerdo de su padrino, fija su primera inspiración en el pentegrama y con simplicidad la titula “Manuel Gondra”, polca galopa, y con mayor simplicidad aún firma José Flores. Es como un capullo que se abre en un rosal inmenso. El genio brota en alas de la gratitud.

Nos complacemos en enseñar a nuestros lectores la primera página de la partitura, que descarta la conocida version de que su primera obra fuera “Jejuí”, como tantas se afirmó.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 19-20 de agosto de 2000 (Asunción, Paraguay).

 

 

 

 

Sobre Pyhare pyte (x)

Hacia comienzos de 1930, José Asunción Flores, por entonces con 26 años de edad, realizaba los primeros apuntes de la que sería su obra cumbre: el poema sinfónico para orquesta sinfónica, doble coro y solista Pyhare pyte. Una composición que, según su autor, resume la historia del Paraguay a través de los más diversos personajes, desde los caciques Ñesú y Lambaré, hasta Francia, López y otros.

Y como columna principal de todo ese pasado histórico la figura del poeta Manuel Ortiz Guerrero, en cuyo homenaje escribió la obra. Pyhare pyte fue interpretada por primera vez en 1934 en forma incompleta –sin los coros y el final- en un concierto realizado en el Colegio del Salvador de Buenos Aires. Postriormente la obra sufre numerosas modificaciones, habiéndose escrita nuevamente más de tres veces, hasta llegar a su forma definitiva, que incluye textos de Elvio Romero y Mauricio Cardozo Ocampo. Esta versión se presenta en 1954 bajo la dirección de su autor en un concierto realizado en el Teatro Politeama de Buenos Aires, con una orquesta especialmente conformada para la ocasión y un grupo coral integrado por miembros de la colectividad paraguaya en Buenos Aires. La crítica se hacía eco de tal estreno en los siguientes términos:

"José Asunción Flores es conocido como uno de los más prestigiosos cultores de la música popular y folclórica del Paraguay, y tanto sus creaciones como sus interpretaciones están marcadas por un sello de legitimidad indiscutible y que lo han hecho acreedor a una justificada celebridad en esa especialidad…"(La Prensa de Buenos Aires, 11/XII/54). En 1960 Pyhare pyte adquiere gran difusión luego de su estreno en Moscú, a cargo de la Orquesta Sinfónica y del Coro Unido de la radio y televisión soviéticas bajo la dirección de Yuri Aronovich.

Junto a Ñanderuvusú y María de la Paz, Pyhare pyte representa la más alta producción musical de José Asunción Flores y una de las obras más profundas y elaboradas en la aún escasa música sinfónica del Paraguay.

Luis Szarán

 

(Tomado de un artículo de análisis publicado en ÚLTIMA HORA el lunes 17 de junio de 1991.)

x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 16-17 de junio de 2001 (Asunción, Paraguay).



MÚSICA


Flores y la afirmación de un lenguaje nacional

Un gigantesco canto de amor
Con la aparición de José Asunción Flores en el escenario
musical paraguayo, los elementos populares hallaron su expresión universal (x)

por: Luis Szarán
(Compositor y director de orquesta)


La creación musical en el Paraguay nada tiene en común con otras naciones ni por sus antecedentes ni por su carácter. Nació súbitamente, en pleno siglo XX, luego de un proceso cuyas huellas puede hurgar la historia pero cuyos frutos aparecieron de pronto, como si no tuvieran antecedentes. Al primer siglo, a partir de la independencia, observamos un todo homogéneo, sin cumbres que puedan registrar algún fenómeno en particular.

Pasadas las dos primeras décadas del siglo XX se produce una eclosión magistral que se inicia con Agustín Barrios (Mangoré), creador e intérprete, quien parece surgir de la nada; José Asunción Flores, formado en el ámbito de la Banda de la Policía, y otros, igualmente notables, todos juntos, al unísono y al mismo tiempo: Mauricio Cardozo Ocampo, Darío Gómez Serrato, Félix Fernández, Emilio Bigi, Carlos Lara Bareiro, Herminio Giménez y tantos más. Para el observador objetivo, el caso es raro y desconcierta a primera vista, produciendo asombro la velocidad del crecimiento y sobre todo por las cualidades, excelentes y distintivas, que son comunes a las obras de esta generación.

La conciencia más o menos clara de un sentimiento nacional comienza justamente con Barrios, quien dedica a esta tendencia un reducido porcentaje de su producción, orientado fundamentalmente a su instrumento: la guitarra. Se define y fortalece con Flores, cuyo liderazgo a su vez logra despertar la conciencia y la sensibilidad desus contemporáneos. A partir de entonces y hasta bien entrada la década de 1970, no se conocerá otra forma de expresión musical.

La generación que precedió a este grupo no ha producido una sola obra de primer orden en la cual se encuentren los caracteres de la nacionalidad. Los pocos músicos con cierta formación académica consideraban este hecho como una disminución de sus facultades creadoras y ambicionaron encontrar, más allá de las maneras de expresión autóctonas, una música suprema y universal. Pero con ello no lograron dar ninguna prueba de originalidad. Tampoco aportaron nada que fuera esencialmente atractivo, más que el conjunto que consideramos una especie de "depósitos de frases hechas".

Pasadas estas ocho décadas del proceso, un espíritu imparcial no podrá sino aprobar que esta tendencia de afirmación de un lenguaje nacional en música surge a partir de José Asunción Flores. Desde el humilde espacio, bajo una planta de mango, en la Banda de la Polícia, hasta en los círculos artísticos más encumbrados de Moscú, inculcó a sus contemporáneos el gusto por las formas artísticas y les indicó el camino a través de la comprensión de las expresiones populares.

Del purahéi jahe´o a las danzas indígenas, de la serenata a los juegos de azar de las fiestas patronales, de la mariposa de alas brillantes a las inhumanas condiciones de vida en los yerbales. "Todo elemento extraído de las expresiones populares -y la vida misma- tiene un principio de universalidad", expresaba con frecuencia.

Su mayor papel fue la exclusión de la música de todo elemento cerebral y esclavo de formalismos, como la elocuencia puramente oratoria. No hay duda de que suplanta esta concepción tradicional del arte por una nueva, revolucionaria, gracias al ejemplo proporcionado por el arte instintivo del pueblo y por la persistencia de una sensibilidad que a su vez adultera los pensamientos académicos con formas de su propia cosecha.

A los elementos populares que incorporó a su lenguaje popular, José Asunción Flores los hizo objeto de una profunda elaboración. No los transformó para adaptarlos a los sistemas del arte tradicional, como una especie de tarjeta postal, como sucedía con otros compositores de América, sino que supo extraerles las fuerzas vitales que aquellos elementos poseían en la medida en que estas fuerzas pudieran servirle para manifestar su propia visión de la realidad.

La libertad de aquellos elementos fue para él un ejemplo de nuevas libertades. Entonces su música no vive como una simple expansión de sonoridades, sino que casi siempre se atiene a especificar alguna cosa, desde el lejano canto de un gallo al amanecer hasta la gracia de un hoyuelo en el rostro de una mujer. Esta alta capacidad de concentración temática es lo que a todos, cuando escuchamos su música, nos produce esa sensación de algo único, ligado a las profundidades del ser, y que induce el efecto mental, casi hipnótico, de que al concluir la audición nos quedamos varias horas con la melodía sonando en nuestra cabeza.

Su paso por la vida no fue fácil. Fue un suceder de injusticias, naturales y fabricadas por el hombre. El ambiente de su dolorosa venida al mundo, sus años juveniles marcados por penurias económicas, su trágico exilio en la Argentina, las persecuciones políticas y artísticas, y el castigo físico en su agónico final. Sin embargo, en su obra no encontramos una sola queja, un solo trazo de amargura, que no fuera la rebeldía contra la intolerancia y la opresión, y contra eso luchó con todas las fuerzas de su espíritu. Su obra es un gigantesco canto de amor a su entorno, es un abrazo de bondad a los seres humanos, es, en síntesis, la más sublime expresión de su tierra, el Paraguay.

Al increíble desprecio que hemos demostrado en el Paraguay a lo largo de estos siglos en lo referente a la preservación de nuestra memoria cultural (recordemos que hasta la partitura original de nuestro Himno Nacional ha desaparecido y no sabemos quién es el autor), un grupo de amigos de Flores se predispone, con gran sacrificio personal y enfrentando a veces las mismas barreras, aunque en tiempo y volumen diversos, a reivindicar su obra y, más que nada, a movilizar a las fuerzas vivas del país para acompañar esta necesaria reparación.

El proyecto dle Ateneo Cultural José Asunción Flores, de editar en discos compactos la obra integral del maestro y distribuirlos gratuitamente a los centros educativos de la toda la República, en su concepción, se ajusta a sus más íntimos pensamientos y hasta hace poco hubiera sonado utópico.

Estoy seguro de que el propio Flores, en detrimento de sus intereses económicos como autor, habría tenido la misma noble actitud: convertir lo que podría ser un gran negocio en bálsamo contra la desesperanza, regalando sus grabaciones a los más necesitados, los jóvenes, quienes tendrán ante sí la imagen de un hombre íntegro, que ha luchado y se ha mantenido fiel a sus ideales, un hombre robosante de valores, un genio creador como pocos en la región.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 5-6 de enero de 2002 (Asunción, Paraguay).


ACOTACIÓN DE FA-RE-MI: Al cumplirse el 30 aniversario (21-05-2002) del deceso del maestro José Asunción Flores, ocurrida en Buenos Aires (Argentina) el 16 mayo de 1972, se lanzó en Asunción, el libro ”Tributo a Flores”, bajo la coordinación del periodista Antonio Pecci (pecciv@uhora.com.py), un activo y entusiasta comunicador de la cultura. La importancia de este libro se refleja en las aportaciones de destacadas de figuras de la vida artística paraguaya, como por ejemplo, Carlos Federico Abente, Elvio Romero, Augusto Roa Bastos, y de músicos de la talla de un Sila Godoy, Luis Szarán, Alejandro Cubilla, etc.

Nuestra revista digital recomienda calurosamente la adquisición de este importante libro sobre el maestro Flores; y entre otras librerías, se puede dirigir a: Expolibro, Plaza Uruguaya, tlf/fax: (595-21) 442-85, Asunción, Paraguay. E-Mail: vidaliasanchez@highway.com.py

 

 


El arte de Flores
Una cuestión genética


por Luis Verón
(Periodista e historiador)

El trigésimo aniversario de la desaparición física de uno de los más grandes representantes del arte musical paraguayo, don José Asunción Flores, es ocasión propicia para escarbar en los vericuetos de la memoria y rescatar del olvido detalles casi desconocidos de su vida y circunstancia.

El 25 de agosto de 1904, las entrañas de una humilde mujer entregaban la vida a un ser que bien pronto daría que hablar. Se lo llamará José Agustín. Su apellido, Flores, que era también el de la madre, doña Magdalena.

Esta mujer, madre soltera y carente de la compañia y del brazo de un hombre para manejar su hogar, tuvo que encarar sola la vida realizando una y mil tareas para llevar un mendrugo de pan con el que alimentar a su hijo, cuyo padre desapareció de su vida bien pronto y nunca más se supo de él. Ni ella, ni nadie más.

Aquel mitã´i de mirada soñadora, carente de los consejos guiadores de un padre y del cariño de una madre cuyo tiempo lo dedicaba a sobrevivir, tuvo que crecer en la calle, cometiendo picardías y alguna que otra hazaña delictuosa, por lo que, cual niño descarriado, desde temprana edad conoció los más sombríos aspectos de la vida y los lugares a los que conducen las acciones despreciables. Carente del calor de un hogar, tuvo que arrebujarse en las frías noches de invierno en los atrios de las iglesias o en los corredores que entonces formaban parte del paisaje asunceno.

”Yo tenía trece años cuando me encuartelé, y nueve o doce entradas en la Polícia, pues me había escapado de casa. Solía dormir en el portal de la iglesia de San Roque…”, confesó muchos años más tarde a un biógrafo. Castigado por su vagancia consuetudinaria, conoció la reclusión en el cuartel de la Guardia Cárcel.

Cuenta la historia que, allá por principios del siglo XX hubo en Asunción un jefe de Policía, don Tomás Matto, que tuvo la plausible iniciativa de establecer un sistema de educación obligatoria destinada a los convictos y reclusos analfabetos. Parece ser que esa iniciativa estuvo vigente durante algunos años y que José Asunción, entonces un púber que frisaba la adolescencia, fue uno de los beneficiarios de tan curiosa medida policial. “Por orden del comandante (de la Guardia Cárcel), ingresamos –con otros niños vagos- en la Escuela de Música de la Banda de la Policía”, empezando a actuar como segundo bombardino. Toda una hazaña para un bisoño aprendiz a músico. El resto es historia conocida. Ni más.

El padre

La madre de este músico novato, como ya dijimos, fue doña Magdalena Flores. Pero…¿quién fue su padre?

Allá por 1880, llegaban al Río de la Plata (sur del Brasil, Montevideo, Buenos Aires), numerosos inmigrantes europeos, entre quienes se encontraba gran cantidad de italianos. Las causas de esta masiva inmigración fueron varias: la atomización de las parcelas cultivables, la escasez de fuentes de trabajos en las ciudadades que comenzaban a industrializarse, las plagas que atacaban a los cultivos, especialmente la terrible filoxera, que acabó con millones de hectáreas de viñedos y otros rubros agrícolas, obligando a cientos de miles de agricultores salir del país y del continente; las cuestiones políticas, etc.

Justamente, perseguido por sus ideas políticas, un joven italiano se hizo a la mar con el sueño de venir a “hacer la América”, como tantos otros compatriotas suyos, pero como no tenía recursos para sufragar los gastos de un viaje a tierras remotas, no encontró la mejor manera de viajar que hacerlo de polizón en el primer barco que zarpaba de uno de los tantos puertos del mediterráneo.

El buque se hizo a la mar. Cruzó el mar azul encerrado entre tres continentes, cruzó el estrecho de Gibraltar y surcó las aguas del Atlántico. En algún momento de la travesía, el joven polizón fue descubierto y como era usual en aquella época, los que eran descubiertos viajando de esa manera, era arrojado por la borda al agua.

Encarado por el capitán del barco acerca de los motivos que le impulsaron para arriesgarse como él lo hizo, el polizón declaró que fueron motivos políticos, que en su país era perseguido por haberse hecho uno de los defensores y practicantes de las ideas garibaldinas para unificar a su patria. !Girabaldino! Ahí la palabra milagrosa. El capitán de aquel barco también era un fogueado garibaldino. Y eso le salvó la vida a nuestro protagonista y pudo llegar a destino.

Pero, ¿qué tiene que ver esta historia con el creador del género musical conocido como guarania? Mucho.

Aquel joven polizón se llamó Antonio Volta, quien llegado al Río de la Plata, algún tiempo después se radicó en el Paraguay, específicamente en el serrano pueblo de Altos, donde abrió un pequeño comercio y, cuando ya estuvo establecido, envió dinero a su joven mujer, que también se hizo a la mar y vino a estos parajes. Se llamó Antonia Cornaglia. En Altos, la joven paraja trajo a su cuatro retoños: Luis Francisco, Laura, Cecilia y Juan.

Pasaron los años. Los hijos crecieron y pronto comenzaron a formar parejas: Luis Francisco se casó con María Teresa Gaona, con quien fueron padres de los Volta Gaona; Laura se casó con Osvaldo Jaegli, progenitores de Alfredo Luis Jaegli, conocido industrial de un pasado cercano. Cecilia se casó con un militar de apellido Samaniego, mientras que Juan se mantuvo soltero.

Se mantuvo soltero, porque era amigo de la vida bohemia. Gran parte de su tiempo lo pasaba atraído por los encantos de Euterpe. De gran habilidad para aprender música ”de oído”, era, según cuenta su sobrino Roberto Volta Gaona, un consumado ejecutante de cuanto instrumento musical había en su época, aunque más se inclinaba hacia el mandolín y era el infaltable serenatero de los jóvenes núbiles de su tiempo.

El nacimiento

Entre serenatas, peñas y juergas juveniles, Juan conoció a una joven muchacha orillera, llamada Magdalena y que vivía en la Chacarita, arrabal de gente laboriosa y humilde, pero también en donde no escaseaban las escenas de poncho y cuchillo. Extendió sus habilidades de seductor impenitente, y la joven mujer, cautivada por la gracia del osado gavilán, cayó en los brazos de Juan. Fruto de ese instante efímero, a los pocos meses nació José Asunción, en una casa de la calle Coronel Martínez –actual Eduardo Víctor Haedo-, entre Convención –actual O´Leary- y Ayolas.

Para solventar los gastos de la crianza, el andariego bohemio tuvo que, en cierta medida, sentar cabeza. Se hacía perentorio conseguir un trabajo y en busca de una manera de ganarse la vida, tomó uno de los buques que hacían la carrera aguas arriba, y zarpó rumbo a los ingenios tanineros y forestales del norte: Concepción, Casado, Pinasco, Sastre, Fuerte Olimpo. Algunos de estos puntos fue el destino. Y por allá se quedó. Envió algunas cartas y tal vez algunos billetes para su pequeño vástago, pero luego nunca más se supo de él. Tal vez, como enamoradizo que era, conoció otra mujer y cerró el capítulo de su pasado tras suyo. O tal vez alguna bala asesina o algún frío cuchillazo en quien sabe qué y cuantas pendencias, troncharon su vida. La verdad es que desapareció sin dejar rastros.

Cuenta don Roberto Volta Gaona que, José Asunción tenía muy poco contacto con su familia paterna, pero que sí fue íntimo amigo de su primo Alfredo Jaegli, quien le ayudó bastante económicamente y hasta le obsequió un piano de media cola, que tiempo despúes podía verse en el antiguo local de la fábrica de cigarrillos “La Vencedora“, en Alberdi y Palma.

De tal palo, tal aastilla, aunque con la diferencia de que, al contrario que su bohemio padre, la vida de José Asunción no se perdió en los vericuetos de una vida rumbosa, sino que se hizo un lugar en el corazón de su pueblo, que lo cobijó y lo sintió – y lo siente- grande. Cada vez más.

Sobre Molinas Rolón

El nombre de “guarania“, José Asunción Flores lo tomó de un poema (“El canto de la raza”) de mi compueblano el poeta Guillermo Molinas Rolón. Éste nació en San Miguel (Misiones), en 1892, hijo de Francisco Molinas y doña María de la Paz Rolón.

Desde niño se caracterizó por sus condiciones intelectuales, lo que le valió que el gobierno le becara a estudiar en el Colegio Nacional, donde pronto se destacó como consumado poeta, siendo uno de los referentes del modernismo poético en el Paraguay, y, junto con Pablo Max Insfrán, Capecce Faraone, Leopoldo Centurión y otros, era uno de los propulsores de la revista ”Crónica”.

También fue connotado militante del movimiento anarquista paraguayo.

Consumido por el alcohol y la morfina, falleció abandonado sobre unos rollos de madera en un obraje de Yhú, en el paraje llamado San Vicente, en 1940.


(x) Del libro: Tribuno a Flores. Compilador: Antonio Pecci. El libro dedicado al maestro Flores, se puede adquirir en Servilibro, en 25 de Mayo esq. México (Asunción, Paraguay). Telefax: 00-595.21-444770. E-Mail: servilibro@highway.com.py

Mas información: Hacer click en las secciones nro. 24, 25, 26.

 

 

BIOGRAFIA MINIMA DEL MAESTRO JOSÉ ASUNCIÓN FLORES  

Por: Antonio V. Pecci  

1904 : Nace el 27 de agosto en Asunción, hijo de Magdalena Flores y de Juan Volta. Este, músico que interpretaba con talento varios instrumentos y llevaba una vida bohemia, no se hace cargo del hijo. Lo apadrina don Manuel Gondra en cuya casa la madre trabaja como lavandera. Vive en la Chacarita. Vende diarios en la Plaza Uruguaya y el centro de la ciudad, lustra zapatos y contribuye a la economía casera.  

1914
: Huye a Puerto Guaraní debido a los frecuentes maltratos que sufre de parte de su padre. Se emplea en la fábrica de tanino.  
1915
: Su madre va a buscarlo y retorna con ella.  

1917
: La madre lo hace ingresar a la Guardia Cárcel con vistas a que aprenda un oficio. El director, Donato Alonso, plantea al Director de la Banda de Policia integrar una grupación de niños músicos, lo que es aceptado por Nicolino Pellegrini. De este modo Flores y otros chicos trabajadores de la calle pronto pasan a la Banda de Policía como aprendices. Practica varios instrumentos y llega a ser trombonista titular.  

1923-24
: Frecuenta el grupo de poetas y escritores de la revista "Juventud" integrado por Raúl Battilana, Heriberto Fernández, Arturo Alsina, José C. Ortíz y otros. Compone su primera obra musical "Manuel Gondra", dedicada a su padrino. Toma clases de música.  

1925
: En busca de una adecuada escritura de la música paraguaya experimenta sobre "Maerapa reicuaase" en ritmo de 6 x 8. Estudia violín con Carlos Esculies y Fernando Centurión. Completa sus estudios de teoría y solfeo. Adopta el nombre de José Asunción Flores . Crea su primera guarania, "Jejuí", instrumental,estrenada en el Hotel"Cosmos" por un trío de músicos extranjeros. Toma la palabra "Guarania" de un poema de Guillermo Molinas Rolón, con la aprobación de su maestro de español Delfín Chamorro.
 
1926-27-28
: Crea "Arribeño resay", primera guarania cantada, con letra de Rigoberto Fontao Meza, con quien tambien compone "Ca'aty". Con Félix Fernández compone "Ñasaindýpe" y "Nde ratypykua". Gran polémica sobre el nuevo género musical. Años de bohemias y serenatas. Compone " India " con letra de Fontao Meza.  

1929/30
: Se conoce con el poeta Manuel Ortíz Guerrero, quien le pide ponerle versos a " India ", a lo que Flores accede. Con él compone obras como "Panambi vera", "Nde rendápe aju" "Paraguaype" y " Buenos Aires , salud" entre otras.  

1932/33
: Se alista como soldado y va al Chaco donde participa en la batalla de Boquerón. A pedido de Ortíz Guerrero es rescatado del frente de batalla por Facundo Recalde. Ya en Asunción acompaña hasta su momento final a Ortíz Guerrero, cuya última composición será " Buenos Aires , salud". En mayo del 33 viaja a Buenos Aires para grabar sus composiciones en el sello Odeón.  

1934
: Inicia las grabaciones de la Orquesta "Ortíz Guerrero" con la participación de los más destacados músicos paraguayos afincados en Buenos Aires . Las placas son un suceso. Se afilia al Partido Comunista Paraguayo. Se asocia a SADAYC. Crea "Gallito cantor". Inicia su ciclo de grandes composiciones sinfónicas con el estreno de una primera versión de "Pyhare pyte" (En la alta noche).  
1936
. El gobierno del Cnel. Rafael Franco lo invita a volver para dirigir la Orquesta Folklórica así como una Escuela de Música. Visita a los Maka, con quienes conforma un grupo de danza que despierta interés.  

1937
: Regresa a Buenos Aires y se integra a la Agrupación Folklórica Guaraní fundada por músicos, poetas, médicos como Luis Velilla, Francisco Alvarenga, Felix Pérez Cardozo, Herminio Giménez, Mauricio Cardozo Ocampo,Carlos Abente, Antonio Ortíz Mayans y otros para ofrecer charlas y conciertos.
 
1940
. Crea "Ñemity" (A cultivar) con versos de Carlos Abente.  

1943
: Participa activamente en charlas y conciertos con la Agrupación Folklórica Guaraní. Vuelve a Asunción para brindar varios conciertos por breve tiempo.  

1944-45
: Trabaja intensamente en sus poemas sinfónicos como " India ", "Guyrau", "Mburikao". Toma cursos con maestros como Gilardo Gilardi y Rodolfo Kubi. Sufre apresamientos a pedido del gobierno de Higinio Morínigo.
 
1946
: En el marco de la "primavera democrática" durante el gobierno del Gral. Morínigo retorna al país junto con Francisco Alvarenga y otros músicos. Ofrece conciertos en el Teatro Municipal, el Parque Carlos Antonio López, Itá, Trinidad y en Villarrica. Participa de mitines del Partido Comunista que actúa de manera pública. Su popularidad crece de manera notable. Es objeto de un multitudinario homenaje en el Teatro Municipal de Asunción.  

1947
: Debido a la guerra civil de dicho año en Paraguay inicia su último y definitivo exilio en Buenos Aires . Conforma una comisión de derechos humanos para ayudar a los exiliados paraguayos que llegan a la Argentina luego de la catastrófica revolución del 47.  

1948-49
: Siempre en Bs. As. comparte amistad con figuras destacadas como Nicolás Guillén, Rafael Alberti, Miguel Angel Asturias,Pablo Neruda. Y forma un círculo de compatriotas con Augusto Roa Bastos,Carlos Abente, Herib Campos Cervera, Elvio Romero, Francisco Alvarenga,Mauricio Cardozo Ocampo. Rechaza la condecoración Orden Nacional del Mérito que le es ofrecida por una comitiva encabezada por Epifanio Méndez Fleitas en protesta por la muerte de un joven estudiante a manos de la Policía.  

1950
: Participa junto a Pablo Picasso, Jean Paul Sartre,Pablo Casals, Madame Curie, Pablo Neruda de la creación del Consejo Mundial de la Paz, en Estocolmo. Primer viaje a la Unión Soviética.  

1953
: Compone "María de la Paz" poema sinfónico coral, con versos de Elvio Romero. Intensa relación de amistad con Carlos Abente, Sila Godoy, Roa Bastos, Elvio Romero y figuras argentinas como Alberto Ginastera, Ariel Ramirez, Horacio Guarany, Alfredo Varela, Raúl González Tuñón, Ben Molar.  

1954
: Gran concierto en el Teatro Politeama de la calle Corrientes donde ofrece la versión completa de "Pyhare pyte", "Ñanderuvusu". Frecuenta semanalmente el bar "Berna" sobre la Avenida de Mayo donde convergen escritores y músicos paraguayos para debatir sobre música, cultura, política y temas varios. Golpe de estado en Paraguay , es derrocado el presidente Federico Chaves, por el general Alfredo Stroessner quien asume poco después.
 
1958/60
: Viajes frecuentes al Brasil y Uruguay. Graba su primer disco sinfónico con el sello Guarán junto con el profesorado orquestal de Buenos Aires con el apoyo de Oscar Clérici. Viaje a Rusia y a China donde es recibido por Mao Ze Dong, Presidente de China Popular.
 
1961
: Estrena "María de la Paz" en Rosario , Teatro El Circulo. Detención por seis meses en La Pampa, Argentina bajo el plan Conintes.Visita Uruguay.
 
1966
: Encabeza una campaña internacional de firma de un petitorio por la libertad de los presos politicos de Paraguay, al que adhieren Pablo Neruda, Louis Aragón,Jorge Amado, Rafael Alberti, Raúl González Tuñón, Nicolás Guillén y otros. Visita Isla Negra invitado por Neruda. Graba "María de la Paz" en Moscú. Vende su casa de Ramos Mejía y adquiere un pequeño departamento en Tucumán 1639, 2o. piso, en razón de su enfermedad.
 
1967
: Con la ayuda de amigos se edita el LP "María de la Paz".
 
1969
: Se instala en Moscú para supervisar la grabación de sus poemas sinfónicos "Guyrau", "Pyhare pyte", "Ka'aty", "Mburikao", "Ñanderuvusu" a cargo de la Orquesta y Coro Unidos de la Radio y Televisión Soviética bajo la dirección del maestro Yuri Aranovich. Se somete a tratamiento médico, pues su salud se deteriora. El sello "Melodía" de Moscú edita tres millones de copias del LP con sus obras en apoyo a la libertad de los presos políticos. En un concierto público, donde Flores es homenajeado por la Sociedad de Músicos de la Unión Soviética. Inicia la escritura de sus memorias.En Paraguay, el régimen de Alfredo Stroessner lanza una campaña negando que la Guarania sea de su autoría.
 
1971
: Debido a los avances de su enfermedad, restringe sus visitas y movimientos y es atendido por un pequeño grupo de amigos. Su hija Juana Flores, edita un disco con varias de sus obras sinfónicas. Expresa de modo insis-tente su deseo de establecerse a orillas del arroyo Aquidabán para escribir su obra sinfónica "La noche antes" sobre el holocausto que culmina en Cerro Cora con la muerte del Mariscal López. El gobierno de Stroessner ratifica su prohibición de ingreso al país y lanza una nueva campaña de desprestigio con el apoyo del diario "Patria", de APA y otras entidades.
 
1972
: Culmina sus memorias. A traves de amigos emite su últimomensaje al pueblo paraguayo. El martes 16 de mayo fallece a las 19.30 hs. víctima del mal de Chagas en el Sanatorio Mitre bajo los cuidados del Dr. Carlos Abente, su amigo y coautor. Sus restos son inhumados en el Cementerio de la Chacarita en el panteón de SADAYC, ante una multitud de amigos paraguayos y argentinos que entona las estrofas de " India ".
 
1975
: Estudiantes universitarios y artistas jóvenes organizan un recital por los 50 años de la Guarania, desarrollado en el local de la Asociación de ex-alumnos del San José, convocando más de 5 mil personas. Diversas organizaciones y órganos periodisticos reclaman la repatriación de los restos del creador de " India ".
 
1991
: El 11 de noviembre sus restos son repatriados al Paraguay por una comisión conformada por ciudadanos de ambos paises. Son recibidos en Asunción por miles de personas y grupos de estudiantes. Frente a la Casa de la Cultura se le rinden honores oficiales y el presidente Andrés Rodríguez le restituye en forma póstuma la Orden Nacional del Mérito, la que es recibida por sus hijos. Su féretro es depositado en la plaza "Manuel Ortíz Guerrero-José Asunción Flores" sobre la avenida Mariscal López, en urna especial.
 
1992
: La OSCA, bajo la dirección del maestro Luís Szarán, estrena "María de la Paz" en el teatro Centro Paraguayo Japones con la presencia del poeta Elvio Romero, autor de la letra.
 
2004
: Se cumplen diversos actos en todo el país y en la Argentina a traves de sendas comisiones de homenajes por el Centenario del nacimiento del maestro Flores, se realizan charlas, presentaciones de libros y conciertos,a la vez que el Ateneo Cultural "José Asunción Flores" lanza una campaña para recaudar fondos para la construcción de un monumento conmemorativo en la capital paraguaya.   El Parlamento emite una ley autorizando la erección del monumento en la plaza "Ortíz Guerrero-Jose Asuncion Flores" en Mariscal Lopez y Santa Rosa . El 27 de agosto se inaugura el citado monumento, obra del estcultor Herman Guggiari mientras se realizan una serie de conciertos en diversos sitios de la capital con masiva presencia de público.

  ***********************************
El último mensaje. 1972   "He aceptado este diálogo con la juventud paraguaya porque sé de su pasión por la libertad y la redención social. Me siento orgulloso de saber que a tanto años de doloroso extrañamiento sigo tan junto a ese corazón paraguayo que ha sido el único posible capaz de crear la guarania. La guarania es de mi pueblo. Allí están los sollozos de su pasión y los gritos de su rebeldía.   Nació conmigo, pero sobrevivirá mientras el hombre paraguayo sea capaz de silbar una canción. Más que mi música, pienso que mi legado a la juventud de mi patria es el esfuerzo por mantener una dignidad, una fe en el inexorable destino libertario del Paraguay, que he tratado de sobrellevar venciendo, como dice nuestra patriótica condecoración: 'Venciendo penurias y fatigas'.   El compromiso no termina con la muerte de uno, sino que se intensifica. La victoria corresponde siempre a la juventud".  

JOSE ASUNCION FLORES