Breve Recordación:
DIGNO GARCIA(x) |
Nació en Morascué, compañía de Luque (Paraguay) el 22 de setiembre de 1919.
Desde su niñez muestra su predilección por la música.
A los 12 años, Digno García toca la guitarra sin conocer una nota. Perfecciona este don y más tarde abandona en parte este instrumento por el Arpa Paraguaya. Con un poco de ingenio y voluntad, Digno construye su propia arpa y perfecciona el sonido de redondez y gusto agradables para el oído.
En 1944, se inspira en una hermosa cascada de nuestra tierra (Chololó), y lo lleva a las cuerdas de su arpa, dando origen así a su feliz composición "CASCADA" que se constituye en pasaporte musical no solo para Digno García, sino también para todos los arpistas paraguayos. Le siguen otras creaciones como Madrecita, Moras cué, Ñeá purahei, Aromita, Vals de papá y mamá, Las mejores rosas con Antonio Ortiz Mayans, Mi compañera, Tristeza India, Paisaje de mi tierra, Rosalinda, Acaray, El indio, Ñandutí, Dulce Ilusión, Luna Llena, Ycuá ka'aguy, Navidad triste, Chiperita entre otros.
Su curriculum es variado e intenso. En su primera época formó parte de varios conjuntos, fueron sus compañeros: Tito Fernández, Ignacio Melgarejo, Demetrio Ortiz, entre otros. Más adelante integra el conjunto Guaireño de Gumercindo Ayala Aquino y por primera vez, emprende una gira por toda América. A su vuelta, Digno García, con Agustín Barboza y Luis Alberto del Paraná forman el trío "Los Paraguayos".
En 1954, el gobierno del Paraguay encarga a este trío, representar oficialmente el folclore del Paraguay en Europa.
Se recuerda con certeza el increíble éxito de este mítico grupo paraguayo inscribiendo el nombre de nuestro país en el mundo, con canciones como Galopera, India, Pájaro campana, Florecita de mi cielo, Hija de la Luna, Recuerdos de Ypacaraí, y tantas otras melodías inolvidables.
Terminada esta misión, Digno García forma su propio trío con el nombre de Digno García y sus Carios. Con este grupo inicia una serie giras y grabaciones, incorporándose de esta manera, a la música popular, creando un estilo propio, con éxitos como: Brigitte Bardot, Moliendo Café, Costa Brava, Obladí Obladá, Guantanamera etc., llegando esta última a convertirse en un éxito y editándose en 17 países, una cifra récord en aquella época.
En su permanente gira, Digno García se presenta en 47 países, poniendo a consideración del público su talento. Lo admiraron desde la princesa Margareth, el desaparecido Rey Balduíno y la Princesa Fabiola de Bélgica, Salvador Dalí y Gala.
El escritor Enrique Sabater es portador de un obsequio de parte del maestro Dalí, consistente en una obra en cristal de roca con el rótulo de "La guitarra de Dalí".
La ciudad de Barcelona por intermedio de la casa discos Belter le hace entrega de un trofeo en honor a su composición "Costa Brava".
Fue distinguido por su ciudad natal, con una medalla de medalla de oro y le nombran "Hijo dilecto de la ciudad de Luque".
Digno García, grabó 54 L.P.
Creó 128 temas composiciones musicales.
Se granjeó el cariño de propios y extraños, donde le cupo la oportunidad de llevar la música del Paraguay, de Latinoamérica y la música popular de los países del mundo.
Digno García murió el 4 de Febrero de 1984 en Bélgica. Le sobreviven, su esposa Vera y cuatro hijos, y un manojo de canciones que traerán su presencia a través de sus melodías maravillosas.
(x) Archivo de AIDA LARA.email: aida@mmail.com.py
Biografía de Autores, compositores e intérpretes paraguayos.
Entrevista de FA-RE-MI al gran
arpista paraguayo
ASÍ ÉS: DIGNO GARCÍA (x)
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De der. a izq. Digno García, Agustín Barboza, B. Garcete Saldívar y Luis Alberto del Parana Trio Los Paraguayos: Digno García, Agustín Barboza y
Luis Alberto del Paraná. |
(x) De la Revista FA-RE-MI (Edición Extraordinaria) No. 8; diciembre
1955 (Asunción, Paraguay)
PAISAJE DE MI TIERRA
-canción-
Soy la tierra primorosa
Porque Dios me hizo nacer
Entre selvas de esmeralda
Y entre ríos por doquier.
Es mi raza generosa
De lenguaje pura miel
Mis mujeres candorosas
Y arroyuelos de oropel.
La belleza de mis flores
Variadas de colores;
Colibríes, mariposas
Golondrinas y torcazas
Ruiseñores y el zorzal.
Diamantina noche hermosa
Con la brisa que pregona
Serenata noche azul;
Soy así maravillosa
Muy sencilla y asombrosa
En la América del Sur.
Letra y Música:
Digno García
DIGNO GARCÍA Y SU "NÚMERO" ESPECIAL (x)
por: Agustín Barboza
En Amberes nos encontramos con la novedad de que nuestro empresario, de quien nos habíamos desprendido por unos días para ir a Ostende y a Brujas, había obtenido un contrato para realizar una presentación en el "night-club" Ancien Belgique, el más importante de Bruselas.
En dicha ciudad ya habíamos obtenido un triunfo importante, pero el prestigio del local era enorme por trabajar con artistas de primera línea y nuestra inclusión en su programa significaba una mayor promoción para el trío y para la venta de nuestros discos que se realizaba a entera satisfacción.
Como ocurrió en el "Kursaal" de Ostende, el gerente del Ancien Belgique hizo un gran despliegue propagandístico con conferencia de prensa, afiches y frecuentes "reclames" por la radio y la televisión anunciando nuestra presencia.
Animamos un recital exclusivo con dos entradas de cuarenta minutos por vez. El escenario construido como un teatro, sin bien pequeño, era de un lujo extraordinario. El telón de boca era de terciopelo acojinado y granate, con orillos y borlas hechos con hilos dorados, el del fondo liso y más ligero, era de color negro.
El sistema de iluminación tenía reflectores fijos que caían verticalmente sobre nosotros y luces móviles que seguían nuestros movimientos por la escena. El piso era de parqué, brilloso y refulgente hasta más poder por el reciente encerado.
Iniciamos nuestro trabajo ubicados en el proscenio. Cantamos sin micrófonos porque la acústica era perfecta y el local rebosante de público compactaba más aún nuestras voces. Desde un comienzo notamos que la concurrencia conocía cabalmente nuestro repertorio, pues nos acompañaba frecuentemente coreando parte de las canciones y era fácil colegir que el éxito sería completo.
Llegamos a la parte final con el público totalmente enfervorizado, y como una forma de descanso, le pedimos a Digno García que cerrase la actuación con "Cascada", de su autoría.
Digno se colocó entre Luis Alberto (del Paraná) y yo y dio unos pasos hacia delante para que su presencia fuera más evidente en el escenario.
Comenzó su concierto en medio de un gran silencio quebrado a ratos por el fragor de la intensa lluvia que se abatía en ese momento sobre la ciudad.
Con sus manos, convenientemente enfocadas por una de las luces, comenzó a desgranar los más variados arpegios y muy pronto brotó la melodía, ágil, vivaz y cautivante.
A medida que avanzaba, la composición iba exigiéndole una ejecución más enérgica. Se abrazó con firmeza a uno de los extremos de la caja de su instrumento y de pronto las patas del pequeño taburete que le servía de apoyo comenzaron a deslizarse visiblemente sobre el resbaloso piso. Digno no se molestó por el hecho porque creía que en algún momento se detendría en alguna pequeña hendidura.
Luis Alberto y yo comenzamos a alarmarnos porque en facciones de segundos Digno había avanzado casi un metro, y sin parar de tocar se iba acercando al borde del escenario. Justo cuando parecía que el banquillo se iría a precipitar sin remedio sobre las mesas y el público, Digno levantó su arpa en vilo, la puso horizontal haciéndola descansar sobre un hombro, concluyó sobria y cómodamente su canción y hasta tuvo tiempo de dedicar un reverente y elegante saludo.
La concurrencia estalló en un ensordecedor aplauso, vitoreó largamente a Digno y entendimos claramente que le pedía la repetición de la pieza, siguió saludando y retrocediendo hasta volver a juntarse con nosotros.
Los tres saludamos unas cuantas veces y nos retiramos presurosos hacia las bambalinas. Como el público seguía firme en su demanda, el gerente se fue raudo a nuestro encuentro y nos pidió que Digno volviese a repetir su reciente número.
Le contamos que todo lo que él hizo se debía a que el piso estaba exageradamente encerado y que no era nada especial. Cuando el gerente a su vez explicó lo sucedido al público, la carcajada fue general.
(xx) Del libro "RUEGO Y CAMINO", por Agustín Barboza. Este libro se puede adquirir en: Fundación Agustín Barboza. Calle: Simón Bolivar No. 337, Asunción, Paraguay. Tlf./Fax: 00595-21-441-126