19.
Parte
”En nuestro
cielo solar de encanto
Cuánta belleza
por doquier hay
Naturaleza
prorrumpe un canto
Y
entona loas al Paraguay”
Antonio
Ortiz Mayans (x)
(x) De la canción “Bajo del cielo del Paraguay”, cuya
letra le pertenece; y en la parte musical, a Luis Alberto
del Paraná
DEL PARAGUAY PROFUNDO
Narciso
R. Colmán (x)
por: Dr. Rafael
Masi Pallarés
Narciso R. Colmán, conocido popularmente como Rosicrán,
nació en Valle´i, partido de Ybytimi, en 1876. Fueron sus padres Vicente Colmán e Isabel Cuéllar. Cursó sus
estudios en el Liceo de Niños de la Capital, y luego en la Escuela
Normal, de la que tuvo que retirarse para dedicarse a la profesión
de telegrafista del Ferrocarril Central. En dicha empresa ocupó tempranamente
el cargo de Jefe de la Estación de Ybytimi (Marta S. Ferrara).82
De allí, en 1897 se trasladó a Buenos Aires, donde
siguió ocupando un puesto en Ferrocarriles Argentinos. Después
de cuatro años volvió al país y trabajó en la Judicatura.
”Fue el primer poeta nacional que utilizó su fecunda
inspiración en el idioma nativo, recogiendo y divulgando dichos y
refranes populares, raíz y esencia del folklore”. 83
Durante la gran epopeya se había utilizado la lengua
nativa también como instrumento de un periodismo popular que supo
recoger, aún en versos, el lado jocoso de las circunstancias para
solaz de los combatientes y del pueblo todo. Gracias
a la laboriosidad de Narciso R. Colmán conservamos parte de ese riquísimo material folklórico.
Más adelante, en la contienda chaqueña el guaraní volvió a enriquecerse
con nuevos giros y expresiones nacidas dentro de los mismos combatientes,
y además pasó a desempañar otro aspecto interesante. El guaraní fue utilizado en las comunicaciones cifradas. Tal
es así que por una disposición del Comando del Chaco se lo empleó oficial y obligatoriamente para comunicaciones
telegráficas y telefónicas. 84
El teléfono a galena –sin corriente eléctrica- era
accionado con una manivela que haciéndola girar comunicaba de aparato a aparato
a través de un cordón único bautizado en forma vernácula como ysypo ñe´ëva (liana habladora). Con este singular
equipo se comunicaban los partes y santo y seña en guaraní. Por
otro lado, las frases se escribían en cifrado. Por ejemplo,
una parte decía: “Heta ojeroky rire lo mitã, péina oho petei tei
ma hicuai. Che ra´y kuéra peina oitypei joama oga
renonde” (“terminada la fiesta los invitados van yendo de a poco. Los
míos ya están barriendo la casa”, que interpretado sería: “después
de mucho bailar –los enemigos- se fueron retirando uno por uno. Mis
muchachos ahora están recogiendo alrededor de la casa (el cuartel)
lo que dejaron los enemigos (las armas)”.
Todas estas nuevas construcciones en guaraní pasaron a enriquecer
gran parte de nuestro acervo folklórico. Rosicrán fue anotando meticulosamente,
una por una, estas expresiones para luego vertirlas en el papel,
al igual que el botánico va guardando “con paciencia y saliva” las
especies florales entre hojas de diarios.
Escribió varias obras como Ñande ypykuéra, Puka raity, Tupa ñe´e poravo pyre (versión guaraní de
la Biblia), Mil refranes en guaraní y otras más.
A Colmán se le atribuye ser el fundador del Ocara Poty Cué-mi (Mi vieja flor silvestre), revista mensual totalmente
en guaraní, donde figuraban poemas, comunicaciones de interés, letras
musicales, algunas prosas, cuentos, anécdotas sobre creencias, etc.
Esta revista era el tamaño 1/8,
bastante semejante –pero con menos páginas- a Selecciones. La
tapa y contratapa de Ocara Poty eran caracteríscamente de un color rojo obispo. Su aparición habría sobrepasado el decenio,
y sus números se publicaron, por lo menos, hasta el inicio de la
década del 40. La revista era editada en los talleres tipográficos
de los hermanos Trujillo (Manduvira entre Montevideo y Ayolas). Aunque
raleadamente, siguen apareciendo algunas ediciones.
La obra maestra de Rosicrán es Ñe´ë roryra, en la cual
se encuentran recopilados más de 5.000 términos. Allí se transcriben
cuidadosamente clasificados, los ñe´ënga (”decires”, compuestos de
dos premisas unidas por el copulativo ”he´i”); las sentencias o refranes
(oje´eva); las analogías o comparaciones (ha ete) y las expresiones
idiomáticas (péichami). Los términos están en orden alfabético y
en algunos casos figura la traslación al español. Esta recopilación resulta fabulosa y de una enorme riqueza, y supone
años y años de trabajo. La edición de esta obra presenta un formato
de bolsillo.
En el prólogo de la obra, con su honestidad de escritor,
se adelanta a explicar que gran parte del contenido la había recogido de un personaje legendario, el Sargento Ñandua.
Hurgando papeles se pudo comprobar que este personaje
fue de “piel y hueso”, y oriundo de Yaguarón. Lo
de sargento le venía de haber actuado en la Guerra Grande, donde
llegó a caer prisionero de las tropas brasileñas. Se supone además
que el Sargento Ñandua habría sido si no analfabeto, por lo menos
con poca capacidad de escribir, y solo el milagro de la transmisión
oral, propia del guaraní, permitió que se pudiera conservar tal tesoro.
Rosicrán fue el primero de los poetas de la postguerra
en quien renació vigoroso el amor por el idioma y la cultura autóctonos. Él
se empeñó en que nuestra lengua no se esfumara. Con cierta firmeza podríamos decir que fue el mayor bardo –aún no
superado- que haya escrito tanto en la lengua vernácula. Lo que ocurre
con el guaraní es que muchos somos los que hablamos pero muy pocos
los que sabemos escribirlo. Es que esta lengua,
aún en proceso de difusión, no ha podido sacudirse de su viejo molde
oral.
Con Colmán ocurrió lo que muchos de nuestros conciudadanos,
que para vivir les resultaban insuficientes sus ingresos como poeta. De allí que en gran parte de su vida
se haya refugiado en la administración pública. Poseedor de una mediana
cultura pudo desempeñarse en la Judicatura de San Bernardino y de
Caballero. Más tarde fue secretario de la Corte Suprema de Justicia
y juez en lo Criminal. Llegó a
ser conocido internacionalmente y fue miembro de número de varias
instituciones culturales lingüisticas extranjeras.
Por su gran trabajo cultural, el Gobierno Nacional
le condecoró con la Orden Nacional del Mérito. Ya viejecito y retirado tuvo la enorme satisfacción
de que la Asociación de Poetas, Escritores y Artistas Guaraníes organizara
una caravana hasta su pueblo para rendirle un homenaje modesto pero
cordial y emotivo, en el cual, por espacio de más de 10 horas, le
brindaron su mejor repertorio.
En 1906 contrajo matrimonio con Victoria Mersán;
y por segunda vez, en 1937, con Venancia González Contreras. De
ambos matrimonios trajo al mundo cinco hijos. Falleció en
1954.
Al decir del Dr. Roberto A. Romero, citado por Luis
G. Benítez 85, ”Este Ocara Poty, además de ser el primero en su género editado en
el Paraguay, guardaba el ramillete de flores silvestres del alma aborigen de
nuestro pueblo, y lo consagró como el más grande poeta de su idioma…”. Rosicrán proviene de un seudónimo
que resulta del apócope invertido de sus dos nombres de pila: “narciso+r”.
82 HOY
83 L.G. Benítez: Breve Historia
de Grandes Hombres. Comuneros. 1986
84 HOY. 20/IX/87
85. L.G. Benítez: Breve Historia
de Grandes Hombres. Comuneros. 1985
(x) Del libro: Los 100
Paraguayos Notables del Siglo XX, por Dr. Rafael Masi Pallarés; diciembre
2001 (Asunción, Paraguay
Medicina
natural (x)
Los Guarani que habitaron y aún habitan nuestro territorio
no dejaron grandes e impresionantes construcciones como los incas, los mayas o los aztecas. Si bien no dejaron para la posteridad
objetos visibles que permitan admirar su sabiduría puesta en práctica,
ellos legaron al presente otro tipo de conocimiento tan grande y
tan digno de admiración como los que dejaron los de otras culturas.
Esta herencia es el conocimiento
de las propiedades de las plantas medicinales. “En bosques y campos hallaron los elementos de su rico arsenal terapéutico. Su
profunda observación de la naturaleza los llevó al concepto del género, de botánica (y en zoología) y a la sorprendente exactitud
y precisión científica que, más tarde, la ciencia confirmó. En
los diccionarios y vocabularios científicos se registran más de
1.100 géneros botánicos guaraníes y más de 40 familias botánicas”,
sostiene el Dr. Dionisio González Torres en su libro Catálogo de
plantas medicinales usadas en Paraguay.
Agrega: “En cuanto a propiedades terapéuticas, tuvieron
un vasto conocimiento y de ello hicieron grande aplicación. Distinguían
los pohã ro´ÿsã o refrescantes que empleaban como tales y
como diuréticos en las fiebres, dispepsias; los pohã raku o
remedios calientes, como el jaguarundi, la borraja, etc., que empleaban
en los catarros, las bronquitis y enfermedades debidas a enfriamiento;
los pohã pochy o remedios bravos o peligrosos (tal como distinguían
alimentos pesados y leves, o calientes y fríos, los que se pueden
y los que no deben mezclarse) que se usaban con cuidado y bien dosados;
y también depurativos, vomitivos, astringentes, diuréticos, febrífugos,
bálsamos y resinas, vulnerarios, carminativos, expectorantes, repelentes,
antídotos, etc. etc.”.
Hablamos de este tema aquí por
considerar que si bien en la medicina popular hay mucho de espiritual,
de creencias y de fe, existen también elementos materiales, soportes
visibles, que hacen que su inclusión en este lugar sea pertinente.
La menncionada sabiduría guarani –que tiene que ser
milenaria- pasó a la cultura mestiza y en particular a la campesina
que hasta ahora la conserva, aunque –hay que reconocer- va perdiendo
terreno aceleradamente. Los jóvenes tanto del área rural como de la urbana saben muy poco acerca de esta gran riqueza de la medicina popular
de nuestro país.
El vocabulario de nuestro pueblo
denomina médico/a a la persona que es depositaria de los
conocimientos de la medicina popular o pohã ñana. No tienen títulos académicos, pero saben qué remedios naturales recetar
a quienes llegan hasta ellos a plantear sus enfermedades. Para
la curación, por lo general, se valen no sólo de las hierbas y
plantas medicinales, sino también del poder de la religión. Son como shamanes –sacerdotes- de la medicina: conocen cómo aliviar o curar el cuerpo y también el alma. Si recurren a las oraciones
es porque subyace tanto la mentalidad del médico como del paciente la idea de que las enfermedades provienen del ingreso de espíritus malignos al cuerpo de una persona. La
cura, en gran medida, entonces, consiste en recuperar la salud
del espíritu. Lo mágico juega un papel relevante. Se ingresa aquí a
un fascinante universo, donde se mezclan lo humano y lo divino,
lo terreno y lo celeste, lo visible y lo invisible, e incluso lo
angelical y lo demoníaco.
No son solamente los médicos o médicas chae (empíricos,
de práctica) los depositarios de estos conocimientos antiquísimos.
La mujeres y, sobre todo, las madres son las que manejan esta sabiduría.
Eso se explica por el tipo de relación que se establece dentro del hogar.
Los elementos de la naturaleza, del entorno, son los utilizados como remedio. Las hierbas, los arbustos y los árboles junto a los diversos
animales y materias provenientes del mundo mineral circundante son los que proporcionan lo necesario para
la curación
(x) Del libro: Lo mejor
del Folklore Paraguayo. Selección e introdución: Mario Rubén Álvarez.
De la colección : Hacia un país de lectores, de la Editorial
El Lector (Agosto 2002; Asunción, Paraguay), 25 de mayo y Antequera; telf. 00-595-21-491966. www.ellector.com.py E-Mail: ellector@telesurf.com.py |
RECUERDOS GRATOS...
Una flor paraguaya (x)
Hay nombres y personas cuya memoria, por algún motivo importante,
con el transcurso de los años se vuelve patrimonio de toda la sociedad. Uno de esos nombres es el de una mujer que cautivó a sus contemporáneos
por su excepcional belleza y donaire.
Ella
se llamó Anselmita,
fallecida hace treinta
años.
|
El verano pasó y con él una serie de festividades
que, de tan frecuentes, se fueron vulgarizando a tal punto que hoy
por hoy, hasta perdieron la magia y la expectativa que las rodeaban.
Hablamos de los concursos en los que se exalta la belleza femenina.
Hay concursos para todos los gustos: aquí y allá se escuchan promociones
de concursos para elegir misses por doquier: miss Paraguay (una para
cada concurso internacional, al final resulta que varias son las misses
nacionales al mismo tiempo), miss verano, miss cuerpo, miss fitness,
miss playa, miss fotogénica, miss amistad, miss turismo, miss remera
mojada, miss tanga, y toda una serie larga de etcéteras.
Pero los inicios fueron, en su momento, acontecimientos de los que
participaba y acudía, lo más granado de la sociedad paraguaya, en especial
la asunceña.
Estos concursos comenzaron en nuestro país en 1915, cuando don Arsenio
López Decoud, conocido publicista y político, organizó el primero de
ellos, con el propósito de elegir a la niña más bella del país.
La elección no pudo ser mejor: la corona de reina de belleza recayó en
la grácil figura de la hija menor de una conocida matrona, doña Anselma
Denis viuda de Heyn.
|
Augusto
Guillermo Heyn Hamann, abuelo de Anselmita. |
El concurso fue organizado por la más prestigiosa entidad
social de entonces, el Unión Club, del que don Arsenio era presidente.
La elegida, por unanimidad del público, fue María Anselma Clotilde
Heyn Denis, más conocida como Anselmita , nombre con que entró a
la historia.
Dentro de algún tiempo, se cumplirán treinta años de su fallecimiento.
El acto de elección se realizó una noche primaveral de 1915, en el
Teatro Nacional (actual Teatro Municipal "Ignacio A. Pane")
y, como ya dijimos, salió electa por unánime decisión del público presente,
aquella joven de espigada figura, alta, de ojos pardos, pelo castaño
claro y hermoso rostro. Tenía 19 años.
En aquella memorable ocasión, entre los asistentes se encontraban numerosos
intelectuales, siendo uno de ellos Manuel Ortiz Guerrero, quien le
dedicó un poema que tituló Ofrendaria:
Cuenta la leyenda, que en pago por tan lírica ofrenda, la dama le había
enviado un billete de dinero, que le fue devuelto por el bardo, con
otro poema titulado Endoso Lírico.
Unos años después, para despecho de muchos pretendientes, en 1920,
Anselmita se casó con Benjamín Mujía, hijo de un diplomático boliviano,
llamado Ricardo Mujía (aquel del protocolo Ayala-Mujía, de 1913). Algún
tiempo después, su matrimonio naufragó, pero dio sus frutos: un hijo,
llamado Hugo Mujía Heyn, como su abuelo materno.
Hablando de abuelos, el primer Heyn llegado al Paraguay fue don Víctor
Hugo Heyn, brasileño, descendiente de un matrimonio germano-holandés
formado por Augusto Guillermo Heyn Hamann y Bárbara Tembrinken, inmigrados
al Brasil y establecidos en Río de Janeiro.
|
Bárbara
Tembrinken, abuela de Anselmita. |
Según datos tomados de una obra de Carlos Heyn Schupp
SDB, don Víctor Hugo Heyn vino al Paraguay durante los últimos meses
de la guerra contra la Triple Alianza, desempeñándose en la Intendencia
del ejército brasileño de ocupación.
En algún momento de su estadía en Asunción (el ejército brasileño estuvo
en el país hasta 1876), los caminos del oficial brasileño se cruzaron
con los de una joven, casi niña, llamada Anselma Denis Espínola, sobreviviente
de la terrible guerra que soportó el país durante un lustro, en la
que su familia sufrió los horrores que acompañaron a tan trágicos momentos
y que costaron la muerte de su padre, en la batalla de Tuyutí y los
tormentos infligidos a su madre, precio que tuvo que pagar por la estrecha
amistad que tenía su familia con Benigno López, hermano del mariscal. Poco
tiempo después se casaron y tuvieron numerosa descendencia.
Por medio de sus funciones en la Intendencia del ejército invasor,
don Víctor Hugo Heyn pudo conocer a un proveedor del ejército aliado, don Tomás Laranjeira, surgiendo entre ambos una
sólida amistad, y cuando el señor Laranjeira comenzó sus actividades
yerbateras en el norte del país, Víctor Hugo Heyn fue uno de sus principales colaboradores
y hombre de confianza.
Su conexión en el negocio yerbatero le llevó a ser en su época uno
de los comerciantes más prósperos del país. Vestigios de su holgada situación económica se tradujeron
en grandes propiedades, como la estancia Arrecife , en el norte, cerca del río Apa; propiedades en
la zona de Campo Grande, Brasil, mansiones en Concepción y en la capital
del país, como pueden verse todavía, formando parte del paisaje ciudadano:
en Palma y Montevideo, la casa céntrica, o la de suburbios, como la
quinta Heyn, en Perú y Mariscal López y la mansión de la avenida Venezuela. Don Víctor Hugo Heyn falleció en Buenos Aires en 1908, mientras que
su viuda, doña Anselma Denis, murió en 1936.
|
Pese
a los años, Anselmita seguía manteniendo la belleza que la
hizo famosa |
Otra hermana de Anselmita fue María Deidamia, también
destacada por su belleza, que según algunos hasta superaba a la de Anselmita
. En mayo de 1911 se casó con Juan Patri, hijo del acaudalado italiano Luiggi Patri, cuya mansión hoy ocupa la Dirección
General de Correos.
Poco después de la boda, la pareja se radicó en Francia, hasta donde,
en ocasiones, se trasladaban la señora viuda de Heyn y sus hijos, entre
ellos, Anselmita, frecuentando otras ciudades europeas y conociendo
a gente importante de los más exclusivos círculos sociales y la nobleza
europea.
La belleza de Deidamia cautivó a más de un artista de la época, siendo
retratada por pintores como Dagandra, Cotton, Boldini, Sergent y Pablo Picasso. Años después,
el matrimonio Patri-Heyn también sucumbió. Deidamia, junto con su hija del mismo nombre, se radicó en Buenos Aires. La fortuna de los Patri-Heyn se disipó, viviendo Deidamia difíciles
momentos económicos, a tal punto que tuvo que vender sus pertenencias
más queridas para vivir. Cuentan que, en una ocasión, se vio obligada
a vender un valioso juego de cubiertos de plata, pero que le fue devuelta
por el comprador, un marajá indio, quien comprendió que a la dueña
le habrá sido muy amargo deshacerse de tan valiosas piezas. Deidamia falleció en 1955. Su ex marido, en 1972.
|
Don
Víctor Hugo Heyn, padre de Anselmita. |
Hermanas de Anselmita y Deidamia fueron Leopoldina Bárbara,
casada con el diplomático brasileño Brazilio Itiberé da Cunha, quien
también era un consumado compositor, pianista y mecenas; Ercilia
Silvana y Adela Visitación. Una lista de sus hermanos varones muestra
a Augusto Rodolfo, Braulio, Raúl Mario, Alfredo Guillermo, Arturo
Leopoldo, Raúl Mario (bautizado con el mismo nombre del primero,
quien falleció infante) y Hugo Alfredo.
Este año se cumplirán, pues, los treinta años de la desaparición de
una de las mujeres paraguayas cuya belleza la convirtió en todo un
mito, y que le valió hace 88 años, ser elegida la primera reina de
belleza que tuvo nuestro país.
Dos poemas
Célebres como su destinataria, son dos poemas escritos por Manuel Ortiz
Guerrero, el poeta de trágica vida, dedicadas a Anselmita Heyn. La
una la escribió al día siguiente de la función en la que salió electa
reina de belleza. La otra, poco después, tal vez como respuesta a la
intención de la dama de retribuir con dinero el homenaje del poeta.
|
Doña
Anselma Denis, madre de Anselmita. |
OFRENDARIA
(En el teatro)
A Anselmita
Perdona, señora: la culpa no tiene
la alondra que canta, la tiene la aurora:
tú tienes la culpa: a este que viene
trayéndote estrofas, perdona, señora.
Ya antes te he visto tras sueño lejano
y anoche en el teatro con fe y devoción
tomaba, señora, con mi propia mano,
para que no caiga de mí, el corazón.
Ilusoria y blanca del auto bajaste
talmente fingías una joven diosa...
Crujió mi rodilla de ansias de doblarse:
era que pasabas, astral, luminosa.
Con aire de cisne que boga en un lago
pasaste gallarda, princesa u ondina,
tus ojos tenían visiones de mago
bajo tu sedosa pestaña divina.
¿Juntó Geometría, la nieve y el lirio,
para hacerte el cuerpo, y un poco de aurora?
Serpentino de perfume asirio,
¡Bendito mil veces! Perdona, señora.
Ya daban las doce, yo creí temprano,
tú nada sabías de mi devoción:
tomaba, señora, con mi propia mano,
para que no caiga de mí, el corazón.
ENDOSO LÍRICO
Al dorso de un billete de $50 con el que una dama quiso hacer "la
paga"
No todo en este mundo es mercancía,
ni tampoco el dinero es el blasón
mejor pulido por cortesía
para la ufanía de la corrección.
Sobre la torre de mi bizarría
sin mancha flota el lírico pendón:
como ebrio de azul, hago poesía,
pero honrado es mi pan, como varón.
Devuélvole el billete a Ud. precioso
con mi firma insolvente por endoso:
sométalo a la ley de conversión,
que, a pesar de juzgárseme indigente,
yo llevo un Potosí de oro viviente
que pesa como un mundo:
el corazón.
Luis Verón
(x) Del diario ABC COLOR (Revista), 23 de marzo de 2003 (Asunción,
Paraguay). |
DON ROQUE GAONA MUÑOZ, RECUERDA LA PERSONALIDAD DE SU
PADRE
Don Roque Gaona, genio y figura (x)
escritor y hombre público, hombre de letras y de principios,
poeta en su juventud, ensayista y crítico en su madurez,
luchador por la libertad, Roque Gaona nació en Asunción,
el 15 de agosto de 1896. Cursó sus estudios en el Colegio
Nacional y en la Facultad de Derecho.
En sus años mozos fue colaborador de la Revista Estudiantil.
Más tarde director de El Diario . Le tocó desempeñarse
como jefe de redacción de El Orden y El País
. Fue redactor de El Liberal y director fundador de La Época
.
En Buenos Aires, dirigió La Tribuna Febrerista , y
en Posadas se desempeñó como redactor de Paraguay
Libre . Tuvo a su cargo el diario Formosa , en la ciudad
del mismo nombre. Fundó y llevó la dirección
del popular y famoso El Pueblo , uno de los bastiones en la
lucha por la libertad durante los años de la dictadura,
no muy lejanos aun.
Como puede apreciarse, Roque Gaona volcó al periodismo
los frutos de su vena de escritor, y cuando no actuó en
el campo político, lo hizo en el intelectual y literario.
Fue uno de los fundadores del Pen Club del Paraguay, miembro
de número de la Academia Paraguaya de la Lengua Paraguaya,
de la Academia de la Lengua Guaraní, de la Academia de
Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia de Nueva
York. Ejerció con rigor y certera intuición la
crítica literaria.
Su visión del fenómeno literario fue reconocido
por sus pares en el campo de las letras. A lo largo de una dilatada
y fecunda vida, Roque Gaona sirvió a su país como
diputado, fiscal del crimen y diplomático en Chile, Bolivia
y Argentina.
Fue fundador del Partido Revolucionario Febrerista y presidente
del mismo en dos ocasiones. En los años de la guerra del
Chaco fue auditor de guerra en el tercer cuerpo de ejército
con el grado de Teniente Primero. Como suele suceder con hombres
de su temple, Roque Gaona “ganó” también
la prisión y los destierros. Se puede decir que le movía
un socialismo democrático profundamente humanista, y,
en cierto sentido, que fue un precursor del pensamiento político
socialista del Paraguay.
Casado con una Doña María Casta Muñoz de
Gaona, boliviana, quien lo acompañó en los avatares
de su convulsionado mundo político, tuvieron siete hijos,
quienes a su vez le dieron 22 nietos y 35 biznietos.
Falleció en Asunción el 16 de julio de 1989.
PREMIOS “ROQUE GAONA”
1995: Carlos Villagra Marsal
“El júbilo difícil” ( poesía )
1996: Luis Hernáez
“Donde ladrón no llega” ( novela )
y William Baecker ( poesía )
1997: Jacobo Rauskin
“Adiós a la cigarra” ( poesía )
1998: -
1999: Félix Álvarez
“Mburuvicha” (novela en español pero con título en
guaraní)
2000: Maybell Lebrón
“Pancha” (novela histórica)
2001: Augusto Casola
“Segundo Horror”.
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CONVERSACIÓN CON ROQUE GAONA MUÑOZ
“Agradezco a la Sociedad de Escritores del Paraguay por
haber aceptado poner el nombre de mi padre al premio que actualmente,
y desde hace unos años hemos puesto mi señora,
mis hijos y yo, como estímulo a la trascendente tarea
que silenciosamente realizan los escritores en nuestro medio”,
dice don Roque Gaona Muñoz, durante la entrevista.
- Su lado humano es realmente extraordinario, porque no cocemos
de otro hombre de empresas que destine un monto de dinero,
anualmente, para alentar a los escritores.
- Yo lo hago rindiéndole un homenaje a mi padre, quien
anhelaba que este pueblo saliera de su incultura. Es una modesta
colaboración para elevar la cultura de nuestro país.
Y creo que mi padre por ahí, por la cultura, vislumbraba
la salida. Ahora estoy enfrascado en el proyecto de edificar
una escuela que va a llevar el nombre de mi madre. Fue una gran
compañera de mi padre. Ella se quedaba aguantándonos
a nosotros; mi padre tenía que volver otra vez. Durante
la revolución del 47 se asiló en la embajada brasileña.
De ahí pasó a Brasil y fue a parar a Concepción.
Después vino para Villa Hayes, pero con ciertas dificultades.
Vendió su revólver para costear algunos gastos.
Con Isaac Kostianovsky eran muy amigos. Crearon un diario en
Formosa para sobrevivir. En el 36 fue embajador en Chile. Justamente
fue allí donde yo fui bautizado.
PREMIO “ROQUE GAONA”
- Le había comentado a usted, en alguna oportunidad,
que hay empresarios que no están en condiciones de ayudar
a la cultura, pero están los otros, que pueden, y no lo
hacen. Finalmente no se los puede culpar, pues toman decisiones
suyas, aunque egoístas. Usted en cambio hace honor al
nombre de hombre de negocios.
- Yo creo que los empresarios podrían ayudar. Algunos
están enloquecidos por el lucro personal. Finalmente yo
me siento exitoso. Mi empresa va muy bien.
- Esta empresa es el resultado del trabajo... Seguramente su
padre era muy trabajador también. ¿Verdad?
- Se pasaba el día leyendo y escribiendo. Leía
un libro; volvía a releerlo. Hacía correcciones
al margen. Por ejemplo. “Esto es cierto”, “Aquí miente
Juan E. O' Leary”. Sus escritos eran políticos.
Fue poeta, pero nunca quiso admitirlo. Creo que en el Diccionario
de la Real Academia de la Lengua figura como poeta. “¡Pero
yo no soy poeta!”, gritaba y se ponía nervioso.
Mi hermana tiene unos lindos versos de él. A mi hija Gaby,
cuando nació, le hizo un verso.
- Entonces fue un poeta. Que haya sido malo o bueno es otra historia.
- Era muy amigo de Hérib Campos Cervera. Lo visitó cuando
ya estaba postrado, en la cama. “Pobre, le tocó la
bolilla negra”, decía amargamente. Yo soy un enamorado
de la poesía de Hérib Campos Cervera. Su poesía
era vanguardista. En fin.
- A usted también le gusta leer. Fíjese que lo
que le mata a nuestro pueblo es la ignorancia. Los dos ministerios
más importantes del estado son el ministerio de Salud
y de Educación.
- Y justamente se les va arrebatando el rubro cada año.
- Pero hay que seguir luchando.
- Esa es la opción que queda.
(x) Del diario ABC COLOR (Suplemento Cultural), 17 de noviembre
de 2002 (Asunción, Paraguay)
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El Club Olimpia, sus figuras y anécdotas
Un pionero
de 100 años (2)
Mucha
historia se encuentra acumulada en un club como el Olimpia. Su presencia en
nuestra sociedad sobrepasa lo meramente deportivo para proyectarse en lo
social y en lo cultural
por: Sergio Cáceres Mercado
(Publicista –x-)
Sergio@uhora.com.py
El acta fundacional reza inicialmente: “En
la ciudad de Asunción, capital de la República del Paraguay,
a los veinticinco días del mes de Julio de 1902, reunidos los
señores al margen anotados y siendo las 4 y 30 p.m., resuelven
fundar un club para la práctica de football”. Con palabras
tan formales nacía el club Olimpia, una institución que a
lo largo de estos cien años rompería con dicha formalidad
y haría nacer todo tipo de pasiones en sus hinchas. Un club
pionero en el fútbol paraguayo, que tenía a un pionero por
antonomasia entre sus fundadores.
Paats y un back
derecho
William Paats, el “gringo holandés“, fue el introductor del fútbol en nuestro país. Se
cuenta que llegó en calidad de inmigrante en 1888. En
una de sus valijas traía un preciado
tesoro al que llamaba ball. Los curiosos asuncenos de
fin de siglo se reunían a ver cómo el extranjero hacía botar
la pelota con sus pies para luego explicar de qué se trataba
el juego. No tardó en conseguir adeptos con los cuales organizaría
los primeros partidos so´o que se
han visto por estas tierras. En la Plaza de Arma (frente al Cabildo) se realizaron varios encuentros
oficiales. En uno de ellos se produce una anécdota recogida
por el periódico El Golero: “Este fue designado por
Paats para actuar como back derecho. Jamás había tocado la pelota. Nunca
formó parte de nuestro juego. En una de esas, alguien
hace un pase largo al wing, pero la
pelota vino derecho hacia Flores. William Paats le grita desde el medio de la cancha: “Flores,
ataje esa pelota!”. Entonces Flores
levanta el ala del poncho sobre el hombro, saca el facón y recibe la pelota con un feroz
puñalada. De todos los lados partió un grito de horror: Era la única
pelota que teníamos”.
Pero sigamos con el acta: “Para el nombre propone
el señor Sila Godoi el de Paraguay y, en nombre
de mister Paats, el de Sparta y Olimpia, siendo
aceptado este ultimo. Queda el nombre así de
Football Club Olimpia”. De este modo,
Paats no solo traería el deporte y la idea de fundar el club,
sino también el nombre. Será igualmente mentor de clubes como el Sajonia y el Mbiguá.
Los dirigentes
Otros nombres ilustres pasarán
por la institución. El mencionado Sila Godoi fue presidente de 1902
a 1904, luego de Ramón Bareiro. Hijo del intelectual
Juansilvano Godoi, su breve presidencia se debió a su muerte
en el campo de batalla de Potrero Oculto, durante la
revuelta de 1904.
Con el pasar de las décadas, el club fue consolidando su presencia
en la sociedad paraguaya. Además de Oscar S. Netto y Lydio
Quevedo, uno de los presidentes más importantes del club
en la década del 50 fue Manuel Ferreira, cuyo nombre
lleva el estadio actual en Para 1. Pascual
Scavone (1966) y Manuel Battilana Peña (1970) son
dos expresidentes que aún viven.
Un récord musical
Nuestro colega Pedrito García cree que
Olimpia es el club con más temas musicales en el mundo. Grandes
creadores de la música paraguaya le han dedicado
composiciones. Además del maestro Herminio Giménez,
cerrista, también hay polcas con el título de Olimpia, creadas por Eladio Martínez y Mauricio Cardozo
Ocampo. Sin embargo, la música más antigua es
un tango compuesto en 1930 por el argentino Bolla. En
la letra menciona a jugadores como Vargas Peña, que fue el autor del primer
gol paraguayo en un mundial (Uruguay 1930). Pero no podemos dejar de mencionar la canción más conocida de todas: Expreso decano,
de Cayo Frutos Pane. En ella se menciona al hincha de
Olimpia como “olimpeño”, que recién en esta época se reemplaza por ”olimpista”. ”Olimpero” al
parecer es exclusividad de las barras bravas.
Artistas en el estadio
Grandes artistas actuaron en las instalaciones del club. En 1981, Julio Iglesias y Pedro Vargas dieron un memorable
concierto a dúo. En 1989, Joan Manuel Serrat nos
visitaba por primera vez y sus fanáticos fueron a verlo cantar
en el bosque de Para 1. También el popular show del mexicano Raúl Velasco, Siempre en domingo, se realizó en el
Olimpia.
Asimismo, la inauguración de muchos torneos
estudiantiles tuvo el Decano como sede.
Olimpia comparte con personalidades como Agustín
Pío Barrios, Luis Alberto del Paraná, Augusto Roa Bastos,
Josefina Plá, Víctor Manuel Pecci, José Asunción Flores y
José Luis Chilavert la trascendencia internacional. Sus
grandes logros a nivel deportivo y a nivel social lo han convertido
en una entidad de destacado relieve en nuestro país.
(1) A la memoria de Marcial Cáceres (x)
y Celia Almada de Mercado, abuelos olimpistas.
Fuente: Olimpia, 90 años (1902-92)
(2) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 27-28 de julio de
2002 (Asunción, Paraguay).
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