"Una gran
estrella se ha
desgajado del
cielo del
Paraguay..."

EL 16 de Mayo de 1972 en una cama de hospital en la capital argentina, la Buenos Aires que tan generosamente acogió a centenares de nuestros músicos, intelectuales y artistas, falleció José Asunción Flores, poco antes de cumplir 68 años.

En ocasión del sepelio de sus restos en el panteón de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), en el cementerio de la Chacarita, su entrañable compañero y amigo Elvio Romero, pronunció un magnífico discurso, expresando, entre otras cosas:

"Descansas en tierra extranjera y amiga. Una gran estrella se ha desgajado del cielo del Paraguay y nuestro país entero está huérfano y disminuido por la partida del mejor de sus hijos. En esta hora, el día, allá, no tendra el esplendor de siempre; las cuerdas de todas las guitarras estarán de duelo.

............José Asunción Flores. Qué no podrá decirse de este nombre. Varón nacional y universal, encarnó como ninguno las cualidades del hombre simple de su pueblo. La gloria, que fue la merecida corona a su talento, no desvirtuó nunca su sencillez, en una extraña y difícil capacidad de colocar su corazón a la altura del corazón de los demás. Su grandeza se modeló con soplos de modestia.
............José Asunción Flores cubrió el cuerpo de la patria con un manto de música y con ese manto de música la exaltó y la enalteció y la volvió más hermosa; la Guarania, creación suya, brote profundo de su sensibilidad y su inteligencia, es más que una denominación: es la expresión de ese pueblo que consiguió tener, por obra suya, un instrumento inmortal para expresar sus quejumbres, su amor, su melancolía, sus padecimientos, sus esperanzas. Gran regalo de un hijo a su tierra natal.
............Nadie tendrá palabras exactas que calibren su humanidad increíble; nadie tendrá palabras que describan la riqueza de sus actos. Pero ninguno de esos actos se perderá en la memoria de la gente, por que contienen gérmenes de grandeza tal, de las que fructifican por siempre y dan una lección inolvidable.
............Cumplió, y a cabalidad, con todos los deberes de un hombre verdadero en esta vida; su inteligencia y su espírito le permitieron compprender que no debe separarse una obra creadora de una conducta ejemplar. Deja así una imagen única: la del artista íntegro y la de un hombre íntegro.
............Plantado como un señero árbol en el solar nativo no dejó por eso de extender sobre todos los pueblos su mirada universal; tenía la concepción de un mundo redimido de la injusticia y de los oprobios; no se colocó al lado de los poderosos para medrar a su sombra, sino al lado de los desposeídos para acompañarles y ayudarles en su ascención a la luz.
............Sería una imperdonable falta a su memoria no señalar que él, paraguayo de verdad, maestro de juventudes, ejemplo para los que vendrán, quiso ver a su Patria, tantas veces humillada por tiranos y déspotas de ayer y de ahora, sacudiendo sus cadenas, digna y libre, en paz y en creación, por que la amaba mucho, por que la amaba sin mentiras ni simulaciones, sino con el sangrante dolor del hijo que clama por su madre.
............Y ese amor le fue cobrado: vivió desterrado con una dignidad que nadie podrá olvidar, con una sonrisa a flor de labios y una entereza moral que servirá de lección imperecedera. Gran hombre que nunca supo arrodillarse.
............Flores: en los labios de cada nuevo paraguayo resonará tu nombre; se hablará de ti como el Maestro que falta; se querrán conocer cosas de tu vida y de tú mismo, vivo en cada uno de ellos, estarás al lado de los buenos, de los nobles, de los justos, con ese mismo gesto de varón fuerte y sabio que supo vivir de pie y con la limpia frente en alto.
............Yaces en suelo extranjero; te acompañarán aquí aromas y bosques del Paraguay, esplendores de la nación amada y sagrada. Un pedazo de Patria queda aquí, como dijimos, por que eres ese pedazo viviente de la patria; y cuando vuelvas allá, donde debes estar y no pudiste estar, despertarán otra vez todas las cuerdas populares, y tu música, que ya es de todos, se escuchará desde el corazón mismo de ese pueblo que es tuyo, Flores, y que sabrá que viene a reposar en su seno la estrella grande que se desgajó en su cielo. Descansa en paz, Maestro"

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