Ayvu Rapyta,
el gran texto sagrado de los Guaraníes (x)
por: Antonio Pecci
(Periodista)
El próximo 25 de noviembre (1992) serán presentados al público dos títulos fundamentales para la comprensión de la cultura aborigen. Por un lado, el Ayvu Rapyta, el gran texto sagrado de los Mbyá-Guaraní, saludado actualmente como uno de los grandes libros de la América indígena; y el Diccionario Mbyá-Guaraní, ambos de León Cadogan. En entrevista exclusiva, el padre Bartomeu Melià, antropólogo y lingüista de vasta producción, nos habla acerca de la importancia de estas obras y su proyección sobre la sociedad paraguaya.
-Padre Melià, ¿cómo se produce esta nueva edición, a treinta años de la aparición de dicho texto?
-Luego de más de treinta años llega esta segunda edición, que de hecho ya había sido preparada por el mismo León Cadogan, aunque, debo confesar, no tuve la esperanza de que se hiciera una segunda edición. Sobre ésta se puede decir que no es una simple reimpresión, ya que es una versión corregida y aumentada. La misma ha sido posible gracias a una serie de factores casi dramáticos. Primero, por los contenidos que tiene. Por una parte, son textos bellísimos que creo deben darse a conocer a nivel latinoamericano y universal; y, por otra, son textos secretos, y por lo tanto es un tipo de literatura que no es para el goce estético simplemente y mucho menos para aprovecharse de ella, para entrar y abusar del alma de los Mbyá. O sea, escribir estos textos y después leerlos traen consigo una responsabilidad. Y creo que son textos que no se pueden leer sin una ética para con este pueblo que nos ha dado su palabra.
Comparable al Popol-Vuh
-De cara a los potenciales lectores que no conocen la obra, ¿qué nos puede decir acerca de su importancia dentro de la cultura guaraní ?
-Dentro de la cultura guaraní hoy es reconocido como el texto máximo de la literatura guaraní, es la obra máxima, en términos absolutos. Dentro del conjunto de literatura tupí-guaraní, es también el texto máximo, esto lo reconocen también los antropólogos, que envidian que se haya podido lograr un texto de este tipo. Pero hay más: dentro de las literaturas indígenas de América es un texto que ya se abrió paso y considerado un clásico, muy comparable al Popol-Vuh, a los Chilambalam de los Mayas. Ya empiezan a figurar estos textos en esos niveles, tanto más que provienen de una nación como la guaraní, que se consideraba una cultura de segundo orden, por aquello de que los más civilizados eran los que más monumentos escritos o arquitectónicos tenían. Claro que este es un criterio que se ha abandonado. Pero, de todos modos, hay que reconocer que esta cultura guaraní ha ofrecido este texto que es de una belleza estética extraordinaria, por lo que ya ha sido muy aprovechado por algunos literatos en el Paraguay. Roa Bastos continuamente usa y casi abusa de metáforas y de expresiones que provienen del Ayvu Rapyta. Lo mismo Bareiro Saguier, no sé de otros. Incluso en el Paraguay este tipo de literatura hace escuela, deslumbra y casi tiene peligro de querer ser imitada.
-¿Qué diferencias existen entre aquella primera edición y la actual?
-Las diferencias fundamentales son varias. Primero, hemos usado un ejemplar que tenía hojas manuscritas intercaladas con notas muy abundantes del propio Cadogan, sobre todo en su primera parte. Por lo tanto, esto hace que este texto esté enriquecido de una manera notable. Cuando hablaba de esa especie de historia dramática, esto también fue posible gracias a que el professor Egon Schaden, para mi sorpresa y sin que yo lo conociera, me entregó este volumen, a más de veinte años de la muerte de Cadogan. Si él no me lo hubiera entregado, ese manuscrito hubiera quedado en su archivo y Schaden ya falleció. No sé si lo hubiéramos tenido a mano. Además de esto hemos corregido las erratas.
En lo que se ha hecho un esfuerzo muy grande es en la diagramación, y viene todo el texto en un vis a vis de guaraní-castellano, dándole una estructura poemática, tipo salmo, cuando el texto lo exigía, o un relato casi novelístico cuando se trata de leyendas, por lo que su lectura va a ser muy atrayente.
-¿Quiénes han intervenido en esta labor?
-Esta es una especie de edición crítica. Lo trabajó bastante, sobre todo en su fase inicial, también identificando citas que estaban solamente indicadas y ahora están puntualizadas, el señor Demetrio Nuñez. Después, la señora Friede Grünberg, quien nos ha ayudado mucho, sobre todo en brindar una ortografía más coherente. No se ha cambiado una sola palabra, pero se ha procurado dar una mayor consistencia y coherencia a la ortografía, con lo cual ahora aparece como una obra lingüísticamente más acabada.
-¿Hay un prólogo?
-Hemos previsto un prólogo. Y hemos recuperado los prólogos. Uno incluso que se había repartido a modo de carta que se insertó en el libro, lo que damos en llamar la Carta de Yvaroty, en la que Cadogan quiere presentar este libro a la sociedad paraguaya, y también se queja de la poca acogida que todavía tiene ese tipo de literatura para su publicación en el Paraguay. La primera edición fue de 1959, pero parte de los textos ya habían sido publicado en 1946, lo que hace que estos textos y esta lengua Mbyá recogida en estos textos se remonten a los años 30, cuando todavía el Caaguazú era el Mba´e Vera mítico, intocado, y donde el Mbyá vivía todavía libre. Por lo tanto, es el testimonio, desde el punto de vista de lengua, de un estado de lengua muy puro, muy tradicional, muy consistente.
-Tengo entendido que hay otra obra más que se daría a conocer ese día, también de Cadogan. ¿Qué puede decirnos al respecto?
-Sí, será presentado el Diccionario Mbyá-Guaraní de Cadogan. Esta sí es una obra inédita, póstuma, que ha exigido un trabajo enorme por parte de la señora Friede Grünberg, que lo ha hecho con mucho esfuerzo. Porque no solo está el texto original, sino todo el juego de referencia de una palabra que implica sus sinónimos o conceptos afines, con lo cual permite un uso amplio de este texto. Lo extraordinario de este diccionario, que lo hace único, es que corresponde a su nombre, porque las palabras vienen acompañadas de frases que semantizan muy fuertemente la palabra, y esto desde el universo mítico, con lo cual el propio diccionario es una síntesis de cultura y de religión guaraníes. Yo digo en el prólogo que así como hay diccionarios que parece que neutralizan las palabras, que les hacen perder todo el color cultural, este diccionario, al contrario, da las palabras vestidas de su cultura y, sobre todo, de su religión.
500 años de sustitución
-¿Es una casualidad que estas dos obras aparezcan en coincidencia con el Quinto Centenario?
-Es en parte coincidencia; este texto debería ya haber aparecido ya en 1991, pero la serie de dificultades tenidas hizo que se fuera atrasando. Incluso hemos creído que había una especie de paje, como si realmente fueran palabras prohibidas. Efectivamente, el hecho de que aparezcan en el ´92 es una afirmación de lo mucho que queda por descubrir de esta América. Y, por otra parte, de los grandes tesoros que se abren a partir de las lenguas indígenas. Es decir que las voces de América en este ´92 tal vez se están haciendo escuchar con más propiedad, con más fuerza y con más belleza, que lo que era de esperar. Porque es bien conocido que 500 años fueron de sustitución de lenguas y de repente esas lenguas, como una llama y un rocío inesperados, usando una matáfora muy guaraní, nos deslumbran con su calor y su frescor, al mismo tiempo.
(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 7 de noviembre de 1992 (Asunción, Paraguay).